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Buenos Aires Jaque Press, en inglés y español

Ettore Scola y el drama de los celos

Cada década tiene su sabor. El director italiano Ettore Scola muy sabiamente supo leer atentamente la década que en realidad comenzaba a medianos de los '60, en la cual hubo una combinación insólita de luchas sociales, combate a los hábitos de la clase media norteamericana y europea y rudos replanteos sobre el amor, la sexualidad y la familia. Se decía, por ejemplo, que el amor no debe ser posesivo, que la fidelidad y el matrimonio en realidad eran convenciones burguesas. Pobre Marcello Mastroianni! Pobre Mónica Vitti! Pobre Giancarlo Giannini. Son los actores encargados de poner en la pantalla, mediante la visión grotesca de Scola las complicaciones que surgían de esa época.

En una discusión luego de una reciente proyección de la película en un cine club en Buenos Aires, los comentarios son de personas que vivieron la década de los años '70 en Argentina, con la dictadura militar, con las organizaciones políticas de izquierda y de izquierda peronista.

Una señora dice: "Hay un mensaje político muy claro en la película, por ejemplo, la burla de la americanización de la sociedad." A su lado otra mujer dice: "puede ser que en la época se rechazaba el amor posesivo, pero aquí los partidos eran muy machistas, por lo menos al principio, e incluso echaban compañeros que tenían amantes."

"Está bien," dice otra, "pero los celos existen, somos seres humanos y estóy de acuerdo en decir que el amor no debería ser posesivo, pero los hombres y las mujeres siempre hemos tenido y siempre tendrémos celos."

"Lo que pasa," dice otro participante, "es que en la película hay algo muy patético, la relación entre una mujer y dos hombres, pero en realidad estas conductas suceden cuando algo no está bien en una relación, y suceden hoy y en el pasado pero mediante manifestaciones diferentes."

El film de Scola tiene una estética muy particular, empleando el grotesco hasta límites casi insoportables, con la finalidad de chocar la conciencia del spectador y obligar una reflexión sobre las relaciones humanas y la sociedad. Por ejemplo, una escena tierna y romántica en un basural...y a pesar de estar ya en el año 2009, los temas planteados no solamente no han dejado de existir sino han reaparecido con otros rostros. Las buenas obras de arte tienen ese olfato de hablar sobre algo que es universal, independiente de las épocas históricas, expresando los conflictos mediante la energía vital y única del momento.

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