¿Piensa Mauricio Macri que los cuidacoches, limpiavidrios, piqueteros y gente en situación de calle representan un pelígro para la seguridad? (Una opinión)

Se sabe. Mauricio Macri, jefe del gobierno de Buenos Aires, pertenece a una de las familias empresariales más acaudaladas en Argentina y ha sido conductor de uno de los clubes de futbol más representativas (Boca Juniors) del país. Los porteños sabían perfectamente quién era cuando lo votaron. Entonces, no debe causar sorpresa que ahora Macri buscar limpiar las calles de la ciudad de personas pobres y hacerlo en nombre de la "seguridad pública." Pero cabe preguntar: ¿arrestar, multar o castigar a piqueteros, cuidacoches y limpiavidrios mejoraría la seguridad pública? ¿No sería una cortina de humo? ¿No sería mejor comenzar con una limpieza mayor de la nueva policia metropolitana, muchos de cuyos integrantes son personajes involucrados en prácticas cuestionables y escándulos varios?

Con la firma de Macri acaba de ingresar en la Legislatura de la ciudad un proyecto de reforma al Código Contravencional que endurece fuertemente las multas y los castigos contra piqueteros, cuidacoches y limpiavidrios--entre otros. Al igual que durante la dictadura y gobiernos conservadores, parece molestar la vista la presencia de pobres en las calles. Entonces: ¿no será mejor y más fácil pensar planes para darles capacitación y trabajo a las personas obligadas a pedir, dormir en las veredas o cobrar por servicios varios?

Además, hay consideraciones a más largo plazo. Marcelo Parrilli señaló a Página 12 que "Considerar peligrosa a tal o cual persona sin tener pruebas resulta completamente arbitrario, represivo e inconstitucional. Si de verdad Macri quiere atacar a las mafias, que empiece por desmantelar a las que tiene dentro de su propia policía." El senador Daniel Filmus agregó: "El problema de la seguridad no son los limpiavidrios y los cuidacoches sino haber nombrado personal procesado por corrupción y hechos de delincuencia a la cabeza de la Metropolitana."

Hay algo más básico todavía en la discusión. El neoliberalismo (una forma fina de decir capitalismo a secas) piensa que las soluciones están en las manos de un nuevo díos, el mercado. Al eliminar los controles del Estado y dar plena libertad al capital, dicen,la economía crece y los beneficios harán felices tanto a los pobres como a los ricos. En la práctica son los grupos monopólicos los que más crecen con las políticas neo-liberales y en países como Argentina los excedentes terminan depositados en bancos en el exterior. Para los ricos los pobres son una fuente para conseguir mano de obra barata. Su situación de exclusión social extrema no interesa.

Cabe agregar que Macri aplica sus políticas en la ciudad pensando en sus chances para lograr la presidencia del país en la próxima elección. Se sabe: el miedo es una herramienta política de gran efectividad. En situaciones de inseguridad pública, son las clases medias y altas las que se preocupan más por los robos y la violencia, pues tienen más que perder. Culpar y hasta criminalizar a los pobres por la inseguridad es una forma de usar el miedo para ganar el favor de las clases más acomodadas  y a la vez tapar los ojos ante la verdadera situación en el país.