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Elvira Alejandra Quintero "Cuando fluye el camino es necesario abandonarse a él..."

Elvira Alejandra Quintero "Cuando fluye el camino es necesario abandonarse a él..."

Contesta Elvira Alejandra Quintero con la voz clara de los  habitantes de Colombia: “Soy de Cali. Es una ciudad hermosa situada en un valle entre las cordilleras, y es uno de los lugares más fértiles que existen.” Ella es escritora y la poesía fluye en ella como el viento en los bosques que crecen frondosos alrededor de Cali, o bien como la salsa y otros ritmos tropicales que se escuchan en todos los rincones de la ciudad.

 --¿Cómo entraste en el mundo de la escritura?

 --Desde los cinco años en casa mi Papa y mi Mamá me enseñaban a leer y escribir. Y ya en la escuela me senté a escribir cartas a mi abuelo, que vivía en otra ciudad. ¡Era mi amor! ¡Inventaba historias para alimentar ese amor! Le contaba cosas, le escribía cuentos y fue entonces que empecé a escribir. Poco después, a los siete años, recibí un regalo que me marcó para siempre: los cuentos de hadas de Hans Cristian Andersen. Mi Papá y mi Mamá ya me los habían contado a mí y a mis hermanos a la hora de dormir. Miré y estudié cómo se escribían esos cuentos e imitaba la forma de escribir de Andersen, ‘había una vez,’ etc. Poco a poco se iba consolidando la línea hacia la poesía y fue alrededor de los 18 años que empecé a publicar. Amigos escritores habían leído algunos trabajos míos y me decían: ‘mire esto es poesía.’

 -¿Durante esta primera etapa cuáles fueron los temas que más le interesaban?

 --Bueno, creo que el amor es inevitable. ¡Si alguien dice que no es un mentiroso! ¡Ja! ¡Ja! ¡La nostalgia por los amores difíciles e imposibles! Pero al mismo tiempo y desde muy chica, la realidad social y política me llamaba la atención…

 --Algo casi obligado en un país como Colombia…

 --Sí, imposible no darse cuenta de la situación política en el país. Sin embargo, no hay mucha poesía comprometida en Colombia. No sé si no es un problema de nuestra generación, quiero decir, la desilusión de la generación anterior a la mía con la revolución como proyecto político, una generación que coincidía con la revolución cubana. De todos modos, muchos escritores hacia el fin de siglo anulan el tema de lo político, como si el solo hecho de mencionarlo fuera panfletario.

 --Desde 1948 Colombia está en guerra civil o enfrascada en violencia política…¿Se habla de eso en las escuelas y en los ámbitos culturales?

 --En Colombia hay un problema muy complejo y es que, bueno, hay por un lado lo que se llama Frente Nacional, un acuerdo entre los partidos tradicionales, el partido liberal y el partido conservador. Pero siempre se ha enseñado en las escuelas y se trató de demostrar que la violencia ya había terminado. Sin embargo, no es cierto. El pacto no incluye una gran cantidad de los colombianos que no pertenecen a esos dos partidos. El partido liberal en un comienzo fue algo así como de centro izquierda pero se iba acercándose cada vez más a la derecha. Hablar de todo eso es un tema vedado, ya que hay una apariencia de orden que no existe. Entre tanto el gobierno, que ha estado en manos de esos dos partidos políticos y de la misma clase social con los mismos apellidos e intereses desde su creación hace doscientos años, nunca ha soltado el poder ni ha querido realizar los cambios que el país necesita y que podrían solucionar la inmensa inequidad que caracteriza a Colombia. Así es difícil que no haya guerra.

 --¡Cúales son sus proyectos actuales?

 En el campo de la escritura, que es el que me mueve a vivir, puesto que es por medio de la escritura que logro mínimamente reunirme conmigo misma en mi trasegar por los afectos y la vida, digo, en ese campo continúo intentando la poesía, voy ya por mi séptimo libro, en el cual indago un poco sobre la realidad existencial de mi generación en su vivencia de sentimientos opuestos y contradictorios como querer recordar y querer olvidar, desarraigo y necesidad de inclusión, aprehensión y desapego... Es que el tema de la memoria y el olvido es consustancial a nuestra cotidianidad tanto íntima como social, nos atraviesa en todas las esferas. Termino además mi primera novela…. Así que tengo en el bolsillo dos poemarios inéditos y una novela… ¡¡Debo empezar a buscar editor!!

--¿Y en el campo laboral?

 En el campo de la Academia, el cual constituye mi espacio laboral pero al cual estoy ligada también desde el amor a la literatura, realizo una investigación en semiótica literaria sobre Andrés Caicedo, escritor colombiano que se suicidó a los 25 años y ha tenido un fuerte impacto sobre las últimas generaciones. Esta investigación es el tema de mi tesis del Doctorado en Letras que estoy cursando aquí, en la Universidad Nacional del Sur, en Bahía Blanca. Una vez termine, regresaré a Colombia porque debo reintegrarme a la Universidad del Cauca, donde trabajo como profesora de letras en la Facultad de Humanidades….

Para satisfacer la curiosidad de nuestros lectores, y para terminar la entrevista con Elvira Alejandra Quintero, publicamos a continuación su  poema "Viento sobre el río Guaitara"

Cuando fluye el camino
es necesario abandonarse a él
dejando atrás lo que no debe ser mirado
otra vez
y otra vez.
Sólo el viento
podría soplarme una verdad ahora
y el río helado
que tropieza con sus piedras
grandes
chicas
tantas veces
y aún así
sigue fluyendo vigoroso.

Rumichaca (Frontera Colombia-Ecuador), febrero, 2010

Elvira Alejandra Quintero Hincapié

 e-mail: elviralejandraqh@yahoo.es

Revista: http://elviraalejandraquintero.blogspot.com/

 

 

 

 

 

 

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