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Buenos Aires Jaque Press, en inglés y español

La Patagonia con Mempo Giardinelli buscando el final de una novela

La Patagonia con Mempo Giardinelli buscando el final de una novela

En Patagonia el final puede ser el comienzo, de modo que el viajero nunca sabe exactamente en qué punto se encuentra. Será por eso que el escritor Mempo Giardinelli formula una pregunta sin repuesta en su novela “Final de Novela en Patagonia.” Mempo ha estado viajando con Fernando Operé por rutas alejadas, de ripio, junto con el viento, con el silencio único de la Patagonia, tratando de encontrar un final para su novela. Se encuentra cerca de Los Antiguos cuando no puede suprimir una reflexión aguda: “Me pregunto cómo es posible que tanta belleza contenga en un mismo y gigantesco envase, tanta ignominia, tanto cinismo.”

Es del tipo de viajero que mantiene todos sus sentidos siempre abiertos a la espera de captar las esencias. El escritor-viajero pregunta e investiga los hechos relacionados con la brutal muerte en el pueblo del joven Nicolás Lorenzo Sosa. Al cumplir  18 años fue sometido a una burda celebración con la consigna de “hacerlo macho.” Ocho o diez hombres lo mantearon, lo cubrieron de harina, lo pasaron desnudo por el pueblo, le ataron una tanza alrededor del pene y lo obligaron a caminar tironeándolo de ella; lo amarraron a un árbol con alambres; lo llevaron a una casa y lo pintaron con esmalte sintético a pesar de sus gritos de acabar con la tortura; lo rociaron con nafta supuestamente para limpiarlo. Uno de los tipos encargados de hacerlo macho prendió un cigarrillo y…Nicolás se prendió fuego y murió…

A pesar de la evidencia clara y contundente, la justicia miró por otro lado. Varios de los protagonistas del brutal festejo son empleados municipales…

Hay otras brutalidades en la Patagonia más a la vista. El genocidio del General Roca contra los pueblos indígenas de la Patagonia y las actuales maniobras de inversores de todo tipo para quitarles a las comunidades indígenas sus tierras ancestrales para plantar soja; la sangrienta represión de la huelga de los campesinos ordenada por el Presidente Yrigoyen…y otras menos visibles: gran parte de los mejores terrenos ya han sido devorados por extranjeros; los peces nativos han sido exterminados por la introducción de truchas y los pinos traídos por los colonos europeos y luego plantados por inversores forestales representan una plaga y una amenaza para las especies nativos, árboles únicos de gran belleza.

Viajar por la Patagonia con la novela de Giardinelli en la mano es una experiencia irrepetible. Victorio y Clelia, amantes apasionados, encuentran en la profundidad de la Patagonia una oportunidad, pues detrás de ellos corren policías y agentes de todo tipo. Hacen el amor en lugares insólitos, tienen los sentidos en constante alerta, y detrás de ellos también está el escritor. Mempo lucha con todas sus herramientas de escritor, no encuentra soluciones, viaja, camina, habla con hombres y mujeres sobre sus vidas, tiene sueños, trata de imaginar un fin para la novela: acorralados y casi en el fin del mundo Victorio y Clelia se abrazan, se besan apasionadamente y saltan juntos al precipicio. Puaj. No va. Es el domingo, un reencuentro. Han logrado eludir a sus perseguidores. Están haciendo el amor tranquilamente en un hotel solitario. “Como hace muchos años y como siempre, se hicieron declaraciones apasionadas, se gozaron y recordaron, gimieron y se juraron todo el amor, la fidelidad y los permisos lúdicos,” concluye la novela, pero “Victorio se va entregando lentamente al sueño eterno para ya no despertar jamás.” Clelia comprende y dice: “Lo hiciste nomás, y la puta que te parió.”

La Patagonia es así: una poesía dramática en movimiento constante, lleno de espacios abiertos, silencios, respiros, tonos de gran variedad, brutalidad extrema, belleza incomparable, suspiros, tempestades feroces, amor, la pasión y la nada. ¿Usted que viaja en un coche cama con todo confort qué piensa? ¿Usted, historiador, psicólogo, antropólogo, piensa que realmente entiende la Patagonia? ¿Usted, obrero que ha venido aquí buscando laburo, qué opina? ¿Usted, irlandés, galés, mapuche: puede uno vivir aquí sin los sentidos abiertos y expuestos al sol, al viento, al hielo de las montañas?         

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