Los chacras, la energía de la vida
Desde los tiempos más antiguos los sabios hindúes han identificado y estudiado lo que llaman “chakras” en el cuerpo humano. Conocerlos permite abrir las puertas y ventanas que conducen a nuestra vida interior; estimularlos permite mejorar nuestro bienestar físico y mental.
Chakra coronario—Ubicado en la parte superior de la cabeza, es el único que emite y recibe energía al mismo tiempo, de acuerdo a Rubén Delauro de Risa y Salud. El chakra coronario gira más velozmente que los demás y por lo tanto “tiene más espiral, para impedir el pasaje de energía densa y permitir el paso de energía sutil.” Es por eso que se lo considera vinculado con la espiritualidad, con lo superior del ser humano. No duerme. Un “hilo dorado” lo une al chakra frontal. Simboliza el derecho a saber, a todo tipo de conocimiento.
Chakra frontal—Ubicado en la frente, es el chakra de la coordinación. Está vinculado con la visión, física y espiritual. Milenariamente es conocido como el Tercer Ojo, de la sabiduría, el ojo de Shiva. Simboliza el derecho a ver.
Laringeo—Se lo conoce como el chakra de la expresividad. Simboliza el derecho a decir y a escuchar la verdad.
Cardíaco—Es muy sensible a las emociones propias, el amor, la alegría, el optimismo, la tristeza, la angustia, la depresión, el temor; distribuye la energía la energía propia de esos estados de ánimo al resto de los chakras. Simboliza el derecho a mara y ser amado.
Estomacal—Un selector de energías, es especialmente sensible a las emociones negativas, el estrés, la ira. Simboliza el derecho a sentir las emociones y a actuar, obedecer sin someterse, rebelarse.
Umbilical—Se relaciona con el Bazo y los Riñones: filtra las energías que provienen del chakra Raíz o del exterior. Simboliza el derecho a percibir las emociones, especialmente las que provienen de afuera.
Sexual—Toma energía densa y primaria de la tierra y se lo vincula con lo material. Se lo relaciona con la creatividad. Simboliza el derecho a tener lo necesario para la supervivencia.
En vez de tomar pastillas cada vez que tenemos algún dolor, en vez de llamar al médico, en vez de vivir quejándonos, a lo mejor sería más sensato conocer un poco más nuestros propios cuerpos, el funcionamiento energético de nuestra mente, aprender más sobre el maravilloso mundo de los chakras, poner en práctica el inmenso poder de pensar afirmativamente.
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Louise Imm-Cooper -