"La Rueda," un espectáculo que explora, investiga y dramatiza un mundo fragmentado.

 

            Ya se sabe: el mundo de hoy consiste en fragmentos, piezas que raras veces encuentran cómo fusionarse, guerras preventivas, oficinas en rascacielos que juegan la ruleta de la economía mundial, industrias que practican la rapiña de la naturaleza en nombre del progreso, parejas que se separan sin saber por qué, hijos para los cuales “el futuro” no es más que una nebulosa.

 

            De eso se trata, de alguna manera, “La Rueda,” un espectáculo dirigido por Pablo Tur que explora, investiga y dramatiza la soledad del mundo actual, dosificado con pequeñas gotas de fina ironía. Producto de propuestas de trabajo, improvisación, juego y el sudor de los actores: Facundo Aquinos, Jaime Mendoza, Flavio Miñana, Guadalupe Molteni, Julieta Prat, Orlando Ubieta y Alicia Vidal.

 

            “Para recorrer del punto A al B dispongo de 20 minutos,” advierte el programa, "dos minutos de juego, en un segundo podría se el nuevo yo. Suspendido de cada pérdida, camino los 18 restantes…”

 

            El dilema comienza desde la entrada del espectador a un espacio grande, apenas vestido con butacas casi encima del espacio escénico. Unos cubos, una estructura ambigua y, sobre una pared, un buje—pieza cilíndrica que se encaja en un eje para disminuir su rozamiento. Es la pieza que une las diversas historias aisladas y a la vez unidas que narra la obra. También es una mujer exótica que entra y sale de la acción, asumiendo el papel de hilo conductor. Todos los mundos tienen doble cara: quebrada, opuesta, dialécticas sin resolución.

             Ella, buje en carne y hueso, es el único personaje capaz de distanciarse de su propia situación con una dosis liberal de ironía:  “Soy lo que soy,” canta, “soy lo que quiero ser.” Sin embargo, el recurso de las pausas llenas de fuertes contenidos, la coordinación eficaz de acciones simultáneas en diferentes puntos del espacio y el juego constante entre estados de normalidad mundana y explosiones volcánicas combinan para desplegar una fina ironía que emana más allá de cada historia.  

Quienes buscan un relato tradicional no lo encuentran, pero pueden quedar con impactantes instantes de verdad. El relato, en realidad, es meramente una función de ese mundo quebrado que se rompe y vuelve a soldarse en el escenario.

 

            Si bien la iluminación apunta a acompañar el quebranto mediante sombras y luces tenues, es deficiente para el espectador que intenta ver en los rostros de los actores el sentido de las acciones.

             Es un buen espectáculo para ver un sábado a la noche en Buenos Aires y luego discutir—copa de vino mediante—nuestro  mundo actual, cruzado, quebrado y en constante ebullición…o ese otro mundo que alguna vez quisimos hacer nacer. 

Contactos:

Teatro Espacio Urbano: Acevedo 460 (Altura Av. Corrientes 5400)

Funciones: sábados 21 hs. Duración: 50 minutos.Entrada: $15, desc. Jubilados y estudiantes $12Promo 2x1, confirmar cupo limitado.

Reservas: 4854-2257

Prensa: Verónica Alegre e-mail: [e-mail]  Cel: 1557692015  

Dirección: Pablo Tur

Mail: [e-mail] 

                                                  

El director:

Pablo Tur es actor, docente y director. Realizo estudios de actuación en el Teatro Payro, además con Javier Daulte-Alejandro Maci, Monica Cabrera, Alejandro Catalan y en el Teatro Payro. Y como director realizo seminarios con Guillermo Cacace. Participo como actor y director en varios espectáculos de teatro, y algo de cine. Su última obra como director fue “Spirto, la búsqueda”, una creación colectiva, del mismo grupo que ahora presenta “La rueda”.