¿Pagar la deuda externa con reservas? ¿O con qué? ¿Debe Argentina pagar sin investigar la legitimidad de la deuda?

  Detrás de las tapas de los diarios, los noticieros y los fuertes intercambios verbales entre el gobierno de Cristina Fernández Kirchner y el Congreso argentino--controlado por contrincantes ideológicos de multicolor--asoman múltiples preguntas, dudas y confusiones: ¿Cuáles son las maniobras políticas que se ocultan detrás de esta polémica? ¿Debe el país pagar su deuda externa sin investigar la legitimidad de lo que propone pagar? ¿Qué parte de la deuda es legítimo? ¿Hay obligación de pagar, por ejemplo, "préstamos" al gobierno militar de facto de 1976-82 que nunca llegaron a las cuentas en el país? ¿De qué manera influye la fuerte crisis mundial en el tema de la deuda? ¿Es cierto que el pago puntual de las obligaciones mejoría el ’riesgo país’ y haría posible obtener nuevos préstamos? ¿Si se toma la decisión de pagar, es mejor hacerlo con las reservas del Banco Central, con el presupuesto, con bonos, con más préstamos...?

   Más preguntas, más dudas: ¿Cuál fue el motivo por el cual durante la década de ’70 las organizaciones internacionales de finanzas llenaron el tercer mundo empobrecido de préstamos? ¿Sabían que en muchos casos--dictaduras, gobiernos poco transparentes--el dinero no iba a un cliente confiable? ¿Sabían que en muchos casos el dinero no iba a ser usado por el motivo declarado? ¿Sabían que gran parte de los países deudores no iban a poder devolver el dinero prestado y que tendrían que seguir rogando dinero prestado ad infinitum? ¿Sabían que las tasas de interés iban a aumentar tanto que tener una deuda iba a ser un gran negocio? ¿Sabían que al mantener un país endeudado, sería mucho más fácil asegurar su apoyo para el ingreso de empresas multinacionales? ¿Que una gran deuda podría funcionar como un instrumento de control político?

   ¿Existe algún modo de entender la actual crisis financiero alrededor del mundo en el contexto del picnic de préstamos en la década de ’70? ¿De entender qué sucede ahora cuando los bancos centrales de los países "desarrollados" ponen dinero fresco en manos de empresas que dicen estar a punto de quebrarse, incluso corporaciones que han sido acusadas de maniobras especulativas y/o fraudulentas? ¿Cuál es la razón por la cual la derecha económica en los países centrales pide la intervención del Estado para solucionar la crisis, incluso con fuertes aportes de los bancos centrales, cuando en Argentina la derecha se opone fuertemente a la participación del Estado en la economía?

¿Se dan cuenta los redactores de los diarios y los programas de televisión y radio que muchas veces en el pasado, con la excusa de la deuda externa, diversos gobiernos han realizado una variada gama de "programas" de austeridad que casi siempre han tenido como resultado una reducción de los sueldos, del ingreso de los jubilados, de los gastos en rubros como cultura y educación? ¿Toman el trabajo de explicar lo que significaría pagar la deuda con el presupuesto? ¡Con nuevos impuestos? ¿Explican las consecuencias que podrían resultar de una fuerte rebaja en las retenciones a los productos agrícolas y la eliminación del impuesto al cheque--dos de los principales fuentes de ingreso de la Casa Rosada, dos de los principales exigencias de la oposición en el Congreso? ¿Los ingresos que el gobierno nacional podría recibir de las empresas mineras, gran parte de cuyas operaciones incluyen exenciones impositivas?

  No tenemos las repuestas. De todos modos preguntar es el primer paso a buscar la solución a un problema.

   Agregamos a esta nota un dato curioso: en junio del año 2000 el Juez argentino Jorge Ballestero emitió un fallo basado en una presentación de Alejandro Olmos que tal vez no tenga precedentes en el mundo. Corroboró la ilicitud de la deuda externa contratada por la Junta Militar, estableciendo la responsabilidad de los funcionarios de la dictadura que la contrajeron y la corresponsabilidad de los organismos internacionales como el FMI, que aprobaron prestamos ilícitos y fraudulentos. (Según la revista online Atajo)