Blogia
Buenos Aires Jaque Press, en inglés y español

Beatriz Mir: "La poesís es un grito, a veces es susurro..."

Beatriz Mir: "La poesís es un grito, a veces es susurro..."

La escritura es una pasión que Beatriz Mir ha cultivado desde su infancia, y su profesión de bibliotecaria la sumerge incluso hoy en el mundo de los libros. Ella recuerda que cuando todavía no sabía leer fue su madre quien la ayudó a descubrir la literatura.

 

--¿Cuándo no sabía leer?

 

--Sí.  Fue ella quien me leía cuentos y me ayudaba a memorizar poemas. Tengo clara en la memoria la fascinación que me causaba la posibilidad de acceder a esos otros mundos que aquellas historias encendían en mi imaginación. Ansiaba aprender a leer y a escribir para poder ser yo quien descifrara esos signos misteriosos que desde la página de un libro se transformaban en sonoras y bellas palabras.

 

--¿Es Usted de Buenos Aires?

 

--Sí. Nací en la Capital Federal, en el barrio de Caballito. Allí crecí, cursé mis estudios, me casé y tuve a mis dos hijos. A los 30 años me mudé a Pilar con toda mi familia. Luego hice la carrera de Bibliotecología en Bella Vista y, casi inmediatamente de haberme recibido comencé a trabajar en la Biblioteca de la Facultad de Psicología de la UBA, en el área de catalogación. Luego apareció la oportunidad de trabajar en una Biblioteca que estaba siendo inaugurada en Del Viso por la Cooperativa Telefónica TelViso y renuncié a la de la Facultad para quedarme en esta, que es donde trabajo actualmente.

--¿Cómo fue su vínculo con el grupo “La Rosa Blindada”

--Me vinculé con las personas con quienes luego conformaríamos el grupo “La Rosa Blindada” en esa época. Fueron hermosos años en los que el trabajo del grupo dio como frutos las antologías Marcas de la marea (2002), Marcas de la marea II (2003) y Palabras a contraluz

(2004), además de otras publicaciones más pequeñas en forma de revistas. Durante ese

período realicé diversas colaboraciones en revistas, diarios y folletos publicados en la zona y

comencé a participar en algunos concursos literarios. La mayor difusión de mis trabajos se la

debo al periodista y conductor de radio Sr. Marcelo Vionnet, quien en su programa “Orilla de

luna” los leía e interpretaba con singular talento y maravillosa voz.

 

--La poesía parece ser algo así como su hermana mayor…

 

--No sé si la poesía es como mi hermana mayor, tampoco estoy segura de haber sido yo quien la eligió como expresión artística. Mas bien creo que ella me eligió para que vuelque en el inmenso océano una ínfima gota necesaria para completar el mar. De todos modos, creo como Juan Gelman, que el poeta no sería un pequeño dios, como quería Huidobro, sino apenas un mendigo de la magia que siempre se da por accidente, el perseguidor de una nota que sabe que no existe…

 

--¿Cómo?

 

--Tal vez lo puedo explicar mejor con un texto mío: Con el instinto alerta voy subiendo la cuesta que la geografía dibujó en mi mapa. A veces me detengo a pasar largas horas merodeando las profundidades del silencio. Cuando regreso a mis pasos, encuentro algún poema que se me quedó prendido en el cuerpo. Guardo esos poemas como quien colecciona luceros al amanecer o puertas secretas en el aire. Sé que ellos esconden la clave, la recóndita e infinita sustancia con que se engendran las palabras y los sueños. Sólo con sus dedos imperceptibles podré tocarte un día. Un día cualquiera te llegará la música silábica con que murmura la vida que me diste, el lenguaje con el que apenas puedo balbucear el asombro.
Mientras tanto, salgo a caminar por la curva empinada de un destello para olfatear la melodía de un poema que aun no encuentro. Sé que me está buscando en el laberinto de luces y sombras, lo huelo, lo percibo. No se han cruzado nunca nuestras coordenadas, tal vez jamás se encuentren de este lado del eco, pero a veces estamos tan cerca que puedo sentir su textura y su resplandor crujiendo como el fuego en la tormenta del deseo. Desde antes de ser he ido hilvanando poemas como cuentas de un collar que luego se lleva la marea. En ocasiones, el mar devuelve, como al descuido, fragmentos, pedazos tristes e irreconocibles de un todo que no puedo recordar. Atravieso la playa para levantarlos, como una ladrona, los escondo debajo de mi ropa. Me los llevo pero aun no me alcanzan.

 

--Volviendo a la poesía: ¿goza de buena salud hoy?

 

 --Creo que la poesía goza de salud porque las personas están ávidas de voces que les hablen con la verdad y directo al corazón. La poesía acepta la multivocidad de cada palabra, acepta la imprecisa índole humana. Sabe que la precisión con que algunos sueñan no sólo resulta imposible sino que, eco del primer pecado, si se logra evocar su espectro, únicamente se conseguirá envenenar con irrealidad la realidad (Héctor Murena /”La metáfora de lo sagrado) La poesía surge siempre desde el fondo de la oscuridad con un pequeño candil encendido y dispuesta a ayudarnos a cruzar hacia la luz, a seguir con la endeble esperanza hasta donde nos lleve la callecita estrecha que nos asignó la suerte. Creo que es por eso que goza de salud, porque así como el corazón tiene razones que la razón ignora, según el conocido dicho de Pascal, la poesía tiene una metafísica que la metafísica no alcanza (E. González Lanuza).

  

--¿Es cierto, como dicen, que la poesía es la forma literaria más libre?

 

--La poesía es grito, a veces es susurro y otras intenta ser en una sola voz la voz de todos. Es libre si, pero conlleva el deseo de irrumpir en el silencio sin lastimarlo, sin sobresaltar la quietud donde Dios sueña; ser, en ese paso, leve como el trazo del pincel sobre un lienzo blanco. Para no herir la gracia el poeta debe elegir las palabras, debe seleccionar cada uno de los giros y los contragiros que necesita para decir con la voz que le fue dada, como un orfebre debe hacer brotar la rosa de un oscuro pedazo de metal desanimado. Estas son las únicas reglas que considero válidas cuando hablo de poesía. Es la forma literaria más libre y a su vez es la más comprometida porque esa libertad la pone en el borde del abismo a buscar el eco en el corazón de los hombres.

 

--¿Debe una poesía contar algo o puede simplemente ser un juego sonoro? ¿Puede también ser un instrumento ligado a la sociedad, a los cambios sociales, a la lucha del ser humano con su entorno?

 

--En lo que respecta a instrumento ligado a la sociedad, a los cambios sociales, a la lucha del ser humano con su entorno, creo que todo esto va a estar siempre en la poesía porque el poeta es un ser humano que trabaja, que camina por la calle, que sufre las mismas injusticias que todos los demás, que necesita ser respetado en sus derechos, como todos los demás y que sabe, porque lo siente en carne propia, lo que se le da y lo que se le niega al hombre común. Cuando alumbre un poema –y sin proponérselo- van a resonar estas cuestiones inevitablemente. El juego sonoro puede tratarse de cierta cadencia que tendrá el poema para ser más grato al oído y para no transformarse en simple narrativa, si es que está contando algo. Pero lo más importante siempre será que logre captar la esencia de aquello que quiera expresar.

 

--¿Tiene Usted alguna rutina de trabajo?

 

--Mi trabajo en la Biblioteca es de 13hs. a 20hs., esto me deja las horas de la mañana para leer todo aquello que tengo pendiente. Leo mucha poesía y también leo narrativa, por supuesto. Soy muy desordenada para leer y leo todo lo que me interesa o sólo lo que me interesa. De alguna forma ese desorden compensa lo ordenada que debo ser en mi trabajo donde la clasificación y la catalogación exigen una rigurosidad imprescindible para que todo funcione correctamente. En lo que se refiere a escribir, no tengo ninguna rutina ni horario. Un poema me ocurre y debo someterme a su potestad con el lenguaje como única herramienta.

 

--¿Está trabajando en algunos proyectos literarios ahora?

--El proyecto en el que estoy trabajando es dar incicio al taller literario a fines de marzo, pero en realidad estoy elaborando la idea de cambiar la forma tradicional del funcionamiento de un taller para volcarlo a la de un grupo de reflexión literaria que se maneje con horizontalidad. Esto es que todos propongan formas de abortaje de autores y de escritura, que cada uno aporte su manera de relacionarse con los distintos textos y a la vez descubran cuál es el motor que los impulsa cuando escriben. 

 

--¿Podemos citar algunas poesías suyas?

--¡Cómo no!

1)                                  Marcas de la marea:

 

Son marcas de la marea,

 

acotaciones del viento,

 

cinceles tallando el alma.

 

 

La vida escribe su historia,

 

la historia escribe su farsa,

 

nosotros, los que vivimos,

 

escribimos con palabras

 

sobre la piel sin memoria

                                                           

que a veces nos presta el agua.

 

 

Son  marcas de la marea,

 

resplandores y hojarasca,

 

espuma labrando piedra,

 

2)                                        Luna de río

Lejos habrá otro río donde la algarabía

rompe lunas de hielo y devora las trizas.

Lejos, donde no llegan los latidos que mi ansiedad apura,

dormirás con mis sueños mientras cae la lluvia

y la noche será rotunda, plena,

tendrá estrellas colgadas y cientos de luciérnagas.

 

Sobre la tierra áspera las sombras acarrean

puñados de murmullos que pasan y se alejan.

De pronto me parece que tus pasos

pero sólo son pasos que alucina la arena.

Sé bien que no vendrás y sin embargo

algo que se parece a la esperanza me sostiene

expectante en esta orilla.

 

En la palma del agua mi nave sin sosiego

pone proa hacia el vértice de la noche profunda,

sale a buscar palabras para alcanzar la altura de tu vuelo,

va sin vela y sin brújula, cruje en celo.

Algún destello habrá para orientar el rumbo:

un rayo, una señal de otros exploradores del silencio.

Habrá una épica en la memoria del viento

y una cadencia que el tiempo no olvidó.

                                                                 Cuento con eso.

 

3)                Al final me pongo el cuerpo y salgo…

 

                 Al final me pongo el cuerpo y salgo a la calle,

                 como todos los días.

 

                Como todos los días,

                toneladas de smog me van lustrando en gris

                la insípida rutina.

 

               A veces me detengo a besarte la sombra

               y otras veces, desde no sé donde,

               llega un destello a encandilar mis lágrimas.

 

              Es suficiente entonces restregarme los ojos

             con las manos del mundo embarradas y rojas,

             tributar con  mi suerte de tierra y pan caliente,

             al tribunal supremo que jamás me perdona.

 

            Es suficiente apenas respirar,

            respirar el tiempo que no deja recuerdos,

            exonerar a la memoria de almacenar

             viejas fotografías, olores y texturas

que no tienen regreso

 

                                               Premios de Beatriz Mir:

Año 2003Premio Nacional de Literatura de Tres de Febrero, 2ª. Mención en Categoría Poesía y participación en la Antología 

4° Concurso Nacional de Poesía de la Biblioteca Popular “Madre Teresa”. Mención en Categoría Poesía  

Certamen Nacional “Aldo Alessandri” del Círculo Literario Bartolomé Mitre. Mención Provincial en el Rubro Poesía.

Año 2004 - Premio Nacional de Literatura de Tres de Febrero. Mención en Categoría Cuento y participación en la Antología.

Año 2005Certamen Nacional 2005 “Prof. Argentina Harrand de Travi” de S.A.D.E. Sociedad Argentina de Escritores Secc. Escobar. 2° Premio en Poesía.

Año 2007Primer Certamen Nacional de Poesía “Municipalidad de General San Martín 2007”. 2º Premio.

Año 2008 – Juegos Florales “Jorge Bossio – 2008” de la Sociedad de Escritores de San Martín. 2º Premio.

 

 Contactos:

e-mail: larosablindada@gmail.com

Blog:   http://beatrizmir.blogspot.com

 

0 comentarios