El amante imaginario que imagina amores imaginarios

El amante ama imaginando amores imaginarios,

vive en palacios dorados imaginarios,

pasea por la verde verdura de bosques imaginarios,

descansa en la rocosa orilla de ríos imaginarios,

dibujando amantes amándose imaginariamente,

pasea sus dedos suavemente sobre pechos imaginarios,

las yemas de sus dedos rozando colas y caderas y genitales imaginarios,

respira profundamente el dulce perfume de amores imaginarios,

inventa y recita mantras traspirados por sueños imaginarios,

sus ojos contemplan placidamente los cerros imaginarios,

lucha contra mil feroces bestias imaginarias,

entona canciones y versos imaginarios,

al amanecer despierta con orgasmos imaginarios.

Luego cabecea escribiendo poesías imaginarias,

su corazón latiendo a ritmos imaginarios.