Mara Caldentey: el arte de la comunicación
Tiene una simpatía que se nota en cada gesto, en el tono de su voz, en el ángulo que busca con su cámera y en el amor que expresa por el arte de la comunicación. Mara Caldentey es de Punta Alta, una ciudad en la provincia de Buenos Aires que alberga una enorme base naval y que al mismo tiempo se destaca por promocionar un variado menu de actividad artística y literaria. Muchos de los habitantes de la ciudad han venido de otras partes del país, debido a la base naval, que funciona como motor para la economía local.
--¿Su padre es de la Marina?
--Mi mamá sí, mi padre es profesional, odontólogo, y en su momento se mete en la Marina y forma familia con madre y un año después de la boda me tienen a mí, como una especie de solvente económico, es decir, para tener un sueldo extra mi papá se consiguió un trabajo como odontólogo en la base.
--Hm. Y Usted creció aquí y luego se entusiasmó por el periodismo…
--Yo me recibí hace aproximadamente dos años en la Universidad Nacional de La Plata, en Comunicación Social, pero siempre me gustó escribir y eso se debió a mi primer maestro en los primeros años de la escuela primaria, pues nos hizo incursionar en la literatura infantil. Éramos chicos de siete u ocho años. Todos los días antes de volver a nuestras casas nos sentaban a todos en ronda, en almohadones. Y fue el primer impulso para comenzar a iniciar nuestras primeras producciones literarias. En aquellos tiempos había una feria de libros en la ciudad de Bahía Blanca. Por lo general se realizaba en el teatro municipal. Entonces a pulmón escribíamos nuestros cuentos que pasamos a máquina, pues todavía no habían llegado las computadoras.
--¿Hubo algún momento mágico en esos años de acercamiento a la escritura?
--Bueno, hoy con mis casi 28 años me causa mucha gracia cuando vuelvo a leer lo que escribíamos en ese momento. Yo siempre buscaba personajes simpáticos. En el quinto año de la escuela me presenté a un concurso internacional que se desarrolló en la India. Y yo concurso con un cuento sobre un personaje, una chica, era literatura infantil fantástica, una chica que vuela en una escoba y tiene experiencias con diferentes personajes simpáticos. La cuestión es que estaba estudiando inglés en ese momento y mi profesora me pidió la traducción al inglés de mi cuento, para mandarlo a la India. Durante meses no tuve ninguna noticia. ¡Pero de repente llegó a casa una carta en inglés informándome que mi cuento había ganado el concurso en representación de Argentina! Mi cuento se llamaba ”Volando en una escoba.” (Flying on the Moon) Y me llegó después una especie de medalla y me indicaban que yo tendría que dirigirme a la embajada de la India en Buenos Aires para retirar un libro en donde figuraban los cuentos de los demás participantes en el concurso internacional. Había además una invitación para ir a la India para recibir mi premio, junto a los otros chicos de diferentes partes del mundo, pero obviamente no podía viajar. Entonces, fui con mis padres a Buenos Aires para buscar el libro. Lo tengo como un gran tesoro, pues en el libro figura mi cuento ganador y mi foto. Eran muchos chicos y yo estoy al lado de una rusa y de una chica de los Estados Unidos, creo. Bueno, eso fue mi iniciación en la escritura.
--¿Cuáles son sus intereses, pasiones, temas…?
--¡Qué pregunta! Hay muchas cosas que pueden llegar a movilizar a uno. Tal vez son sueños, utopías. De todos modos me gustaría seguir perfeccionándome en la fotografía. Me gusta lo que hago, soy periodista, me gusta también la radio. Terminé mi carrera hace unos cuatro años y escribo ahora para una revista cultural en la ciudad de La Plata…
--¿Qué opinión merece la nueva ley de comunicación audiovisual?
--A mí me gusta mucho lo alternativo. Tenía oportunidades de trabajar en La Plata, donde hay muchas actividades periodísticas, pero me volví a Punta Alta por el impulso y la expectativa de poder generar un movimiento en mi ciudad, una ciudad que de a poco está resurgiendo en relación con las actividades culturales. Por ejemplo ahora estamos con la tercera edición de la Marathónica en esta ciudad. Quizás de aquí en algunos años habrá actividades impensadas.
--Hm. Usted trabaja con lo visual y también con la palabra…
--En la sociedad globalizada rige la imagen. Pero voy a retomar una frase ya conocida por todos: una imagen vale más que mil palabras. Lo que yo rescato en todo caso es la imagen de producción cultural, la imagen poética, no la imagen mimetizada que vemos todos los días en la televisión, la televisión que produce seres acríticos, sujetos no pensantes. Para mí la palabra sigue siendo el elemento supremo de todo ser humano.
Contactos:
Mara Caldentey:
e-mail: maracaldentey@gmail.com
Web: http://www.imagen1025.com.ar
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Fabiana -