"Rosa Luxemburgo," espectáculo sobre la revolucionaria polaca en Teatro del Artefacto de Buenos Aires
Socialista revolucionaria, de extracción judía, Rosa Luxemburgo luchó hasta su muerte contra la injusticia social, la guerra y el reparto del mundo por el poder imperial. Sembró la admiración y el rechazo de otros revolucionarios de su época. Sin embargo, sus ideas han provocado y siguen provocando fuertes debates en el seno de las organizaciones de izquierda.
Hubo en ella un humanismo radical que ella expresó con estas palabras: “La libertad no es nada cuando se convierte en un privilegio.” Luchó contra el reformismo pero también contra la burocracia y la traición en el seno mismo del movimiento socialista. “Estamos situados hoy ante esta elección: o bien el triunfo del imperialismo y decadencia de toda civilización como en la Roma antigua, la despoblación, la desolación, la tendencia a la degeneración, un enorme cementerio; o bien victoria del socialismo, es decir, de la lucha consciente del proletariado internacional contra el imperialismo y contra su método de acción: la guerra.”
Pero sabía que el proceso iba a ser largo.
En el espectáculo dirigido por Alejandra Arístegui que se ha reestrenado en el Teatro del Artefacto de Buenos Aires Rosa está refugiada en la casa de una familia, una especie de asilo político, similar al encierro, mientras afuera, en las calles estallan luchas revolucionarias de posguerra (noviembre 1918-enero 1919). La vida de Rosa se acerca a su final amargo. Escribe, lee, piensa, plantea cómo seguir la lucha, cuestiona los que tienen miedo a los cambios profundos.
Su filosa inteligencia la lleva a navegar sobre temas que van desde la guerra, la nefasta orden en Alemania, la cultura, el arte, el amor, la traición e incluso algunas agudas reflexiones sobre la naturaleza y su condición de mujer.
El teatro político supone un desafío importante, ya que siempre habrá quienes en el público concuerden con las ideas de los protagonistas, en tanto que otros estarían en desacuerdo. Arístegui, directora y actriz del espectáculo, emplea un criterio digno en concentrar la acción en un lugar de encierro, cuando la vida de Rosa camina sobre sombras. Perseguida por sus recuerdos, revive sus luchas, siempre a favor de la democracia de la calle y no de los sillones parlamentarios. Gracias a la gran capacidad actoral de Arístegui, la pieza logra momentos muy intensos y la convicción de hierro de la protagonista conmueve.
Sin embargo podría ser interesante replantear hacia quien se dirige Rosa: hacia si misma, hacia el público…hacia sus compañeros de lucha…
El espectáculo cuenta con el apoyo del Fondo Nacional de las Artes, de Proteatro y del I.N.T.
Ficha técnico artística |
TEATRO DEL ARTEFACTO |
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