El poder, la guerra y la erosión de los derechos
“El máximo de poder es la iniciación de la decadencia” dijo alguna vez Lin Yutang. Tom Morris opinó de modo similar cuando expresó que “siempre que algo tiene poder para el bien, tiene el correspondiente poder para el mal.”
Los Estados Unidos siempre se ha presentado ante el mundo como el campeón de la libertad y los derechos de los individuos, y sin embargo con la sombra de la llamada “guerra contra el terrorismo” se nota una fuerte erosión de los valores que dice defender.
El Presidente barack Obama, ganador del Premio Nobel de la Paz, recientemente aprobó una modificación de la ley de autorización de defensa nacional (NDAA en inglés) “con serias reservas respecto a varias disposiciones.” Sin embargo, puso su firma a la medida.
Entre otras cosas, la medida autoriza la detención por tiempo indefinido de personas, incluso ciudadanos norteamericanos, sospechosos de terrorismo. Obama justificó su accionar diciendo que su administración no autorizará la detención militar por tiempo indefinido y sin proceso de ciudadanos estadounidenses. Pero…
Sin bien la ley establece el supuesto derecho de detener sospechosos en cualquier parte del mundo, habrá un tratamiento especial si el detenido es ciudadano. ¿Cuál es el razonamiento para la aclaración del presidente?
La justificación por lo que parece ser un abuso claro del sistema judicial parece ser--como siempre--la guerra. Lo dijo claramente el Senador Republicano Lindsey Graham: “La libertad de expresión es una gran idea, pero estamos en guerra.” (http://www.csnews.com 3/4/11).
Sin embargo, la prensa mundial ya ha revelado la ejecución extrajudicial mediante un avión sin piloto de un ciudadano norteamericano, Anwar al Aulaqi, en Yemen. Entonces, se abre el debate sobre una medida que parece contradecir la tradición judicial en E.E.U.U., que afirma la inocencia de una persona hasta que haya sido llevado a juicio y sentenciado. Según informó el Washington Post el 30/9/11 el Departamento de Justicia expidió un memorándum secreto que autorizó la acción y posteriormente la Casa Blanca ha afirmado que el presidente tiene la facultad de dar esa clase de órdenes.
¿Habrá otros casos de este tipo?
Cada año el Departamento de Estado registra cuidadosamente lo que considera violaciones a los derechos civiles y las libertades públicas en el mundo entero, pero en los informes no menciona lo que sucede en los Estados Unidos. Vale la pena preguntar: ¿Qué sucede en la cárcel de Guantánamo, donde numerosos presos están mantenidos indefinidamente y sin cargos? ¿Habrá más casos de personas detenidas secretamente y sin derecho en otras partes del mundo? ¿Se puede ganar una guerra en nombre de la libertad mediante tácticas que violan los más elementales derechos?
Está claro que en muchas partes del mundo se violan con más o menos frecuencia los derechos fundamentales de las personas. Pero el presidente de los E.E.U.U. ha acumulado un poder enorme a raíz de una guerra cuya fin no se vislumbra: el presidente puede decidir si un acusado será juzgado por un tribunal civil o una Corte militar, cosa que el Departamento de Estado denuncia en caso de otros países.
Es más, el Presidente Obama ha ampliado las disposiciones de la ley Patriótica del anterior presidente, George Bush, mediante la cual las empresas y organizaciones deben proporcionar información sobre las finanzas y contactos de un ciudadano, las comunicaciones y otros datos de las personas—actos claramente prohibidos por la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense.
De acuerdo a la constitución y las tradicionales normas legales, una persona no puede ser detenida por tiempo indefinido sin la presentación de cargos y sin embargo la Casa Blanca parece haber obtenido el poder de ordenar la detención de presuntos terroristas en base a documentación secreta.
¿Qué opinarán George Washington o Abraham Lincoln sobre estas medidas?
Si bien Obama ocupó la Casa Blanca con la promesa de terminar con muchas de las prácticas de Bush que fueron cuestionadas, su administración ha hecho crecer fuertemente el aparato interno de seguridad. Una investigación del Washington Post ubicó a 1.271 organismos del gobierno y 1.931 empresas privadas dedicadas al espionaje de la población.
Mientras exista la guerra contra el terrorismo, que puede continuar por un largo tiempo, y tal vez en conveniencia con la lucha por el poder mundial, hay razones suficientes para temer una erosión de los derechos de los ciudadanos estadounidenses…la llegada al poder de un candidato republicano no cambiará en absoluto la tendencia. Al contrario, muchos de de los candidatos consideran que las medidas de Obama son demasiado blandas.
Tal vez la frase de Lin Yutang sea tan vigente hoy como hace siglos.
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