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José María Díaz y Margarita Morinigo hablan sobre la Cooperativa de Trabajo Pipinas Viva

José María Díaz y Margarita Morinigo hablan sobre la Cooperativa de Trabajo Pipinas Viva

      Apenas tres horas de la Ciudad de Buenos aires se encuentra en pleno desarrollo un fascinante proyecto de turismo orientado hacia las personas que buscan la tranquilidad en un ambiente natural. Se trata del complejo de la Cooperativa de Trabajo Pipinas Viva, que ocupa instalaciones que antes formaban parte de la fábrica de Loma Negra. Parece haber sido inspirado por los versos de María Belén Muños Menéndez:“¿Dónde estuviste?/ Celoso eco de mis vientos serenos / ¿Quizás / Navegando en la inconformidad de los sueños."

Al llegar al pueblo en un micro desde La Plata, el periodista pregunta al hombre que atiende en el kiosco:

 

--¿Dónde está el hotel?

 

Toma el brazo del periodista y señala con su dedo índice: “Por ese camino, unos cinco cuadras, no lejos de la ex Loma Negra.”

 

    En el muy confortable hotel hablamos con José María Diaz, presidente de la Cooperativa de Trabajo Pipinas Viva, y Margarita Morinigo, tesorera de la cooperativa, quines explicaron que la Cooperativa comenzó a funcionar en el año 2004, tres años después de la decisión de Loma Negra de cerrar sus actividades en Pipinas.

 

Díaz explica:

 

--Luego nosotros iniciamos este proyecto de turismo regional, con base en este hotel y el complejo polideportivo—que pertenecía a la fábrica—pero luego del cierre de la misma pasó a la municipalidad de Punta Indio a la cual Pipinas pertenece. Presentamos una licitación y la ganamos y desde noviembre del año 2004 estamos trabajando aquí para mejora la propuesta.

 

--El único hotel en el pueblo…

 

--Sí, el único. Nuestro proyecto surgió casi como una necesidad hacia el año 2003, cuando hubo en Pipinas apenas 900 habitantes, casi 60 casas desocupadas. Hay que pensar que cuando Loma Negra estaba en pleno funcionamiento empleaba alrededor de 350 familias, es decir, el pueblo trabajaba para la empresa.

 

--¿Cuál fue el motivo por el cual Loma Negra decidió cerrar la fábrica en Pipinas?

 

--Loma Negra compra la Corporación Cementera Argentina para eliminar la competencia. Eso fue en la mitad de la década de 1990. Durante la década siguiente llegó a tener 350 empleados. Cuando Loma Negra tomó control de la fábrica redujo a la mitad la cantidad de personas empleadas. Actualmente hay 43 operarios de la empresa que se han quedado en casa cobrando su sueldo hasta el año 2011, una especie de indemnización laboral.

 

--Entonces, surgió el proyecto de la cooperativa…

 

--Al cerrar Loma Negra y también un criadero de porcinos, que empleaba cerca de 50 personas, tomamos conciencia de la urgencia de buscar alguna solución a la situación.

 

--¿Cuál es la historia del hotel?

 

--Pipinas se hace pueblo alrededor de la fábrica…en realidad surgió en el año 1913. El ferrocarril llega hasta aquí en año anterior, en 1912 y la legislatura de la provincia de Buenos Aires nombra la estación "Las Pipinas." En la década de 1930 aparecen los empresarios cordobeses y empiezan a construir la fábrica de cemento y en conjunto con la fábrica se construye el hotel. En el momento cuando se descubrió la materia prima del cemento, no había nada aquí. Entonces, lo primero que hicieron fue una fábrica de ladrillos, para luego hacer la fábrica. Y la gente en ese momento vivía en tolderías, en campamentos hechos con toldos. Se decía que en ese momento había alrededor de 1.000 personas trabajando en la construcción de la fábrica, pues era muy grande, incluso contaba con su propia usina eléctrica. El hotel fue construido después, alrededor del año 1936. No tenía siquiera una recepción, así que nosotros tuvimos que construirla. El hotel tuvo su auge en la década de 1960, cuando se producía miles de toneladas de cemento.

 

--¿En qué año terminó el servicio del ferrocarril?

 

--Alrededor del año 1976, cuando se destruyó toda la red ferroviaria nacional, durante la dictadura militar.

 

--¿Cómo funciona la cooperativa?

 

--Tenemos una organización democrática, en la cual no hay empleados; somos todos socios o aspirantes a socios. Todos tenemos derecho en la asamblea a votar, con un voto por persona, no importa la antigüedad. Hay un consejo de administración que dirige la cooperativa y decide las tareas a efectuar.

 

   Margarita explica que la distribución de las tareas "se hace como en cualquier otro trabajo, vemos el perfil de las personas que quieren trabajar para la cooperativa y las tomamos en base a lo que pueden ofrecer a la cooperativa.  

 

José agrega: “Lo que intentamos hacer es cambiar la cabeza de la gente porque aquí todo el mundo siempre fue empleado de alguien.  Entonces pasar a ser dueño de algo, su propio trabajo, es muy difícil. La gente está acostumbrado a trabajar para un patrón, que cada uno tiene una tarea específica, luego a cobrar el sueldo, y a volver a casa. No tienen idea sobre cómo funciona la empresa. En una cooperativa es totalmente distinta, porque todo el mundo tiene que estar involucrado y saber hacia dónde va la cooperativa. Cada uno tiene que tomar responsabilidad por lo que hace pero al mismo tiempo solidarse con el compañero.

 

Es cierto, dice Margarita, pero además “No termina el trabajo cuando uno termina de cocinar porque después hay otros trabajos que hacer y esos trabajos son de todos. Cada uno hace varias tareas, no una sola. Si tuviéramos una empresa privada habría más trabajos específicos. Pero en una cooperativa con ésta las tareas y las ganancias se distribuyen entre todos.

 

--¿Tiene la cooperativa vínculos con otros grupos cooperativos?

 

José toma una pausa, mira a Margarita, luego contesta:

 

--Sí, con la Federación de Cooperativas de Trabajo Argentinas y eso nos permite saber más sobre cómo se trabaja en una cooperativa, algo útil para los nuevos compañeros que recién comienzan a trabajar en la cooperativa. La Federación presta ayuda y es un intercambio mutuo. Pero en nuestro caso estamos dedicados al turismo. Somos la única cooperativa de turismo en el país, hay de consumo, de viviendas, muchas y variadas, pero nosotros somos la primera cooperativa dedicada al turismo.   

 

--¿Es la única cooperativa dedicada al turismo?

 

--En el país, sí, hay otras cooperativas dedicadas al turismo pero no son estrictamente cooperativas de trabajo que hagan turismo. Hay cooperativas de vivienda, de consumo, de montón de cosas pero nuevos en esta tarea.

 

--¿Cómo hacen ustedes para promocionar la cooperativa?

 

--Tenemos una página web y también sale información en los diarios nacionales como Clarín y Página 12, la Nación. Lo que hacemos es turismo rural con base comunitaria. Es decir, todos nuestros insumos se hacen en la zona. Las pastas tipo caseras, por ejemplo, están hechas por gente mayor que saben muy bien el oficio. Y lo mismo con los dulces, los quesos, los salamines. Somos 16 personas en el hotel pero como trabajamos con personas afuera, los que hacen los insumos, hay mucha más gente involucrada. Lo que hacemos es decir a los potenciales turistas, vengan acá para ver cómo se vive en un pueblo rural. Aquí no hay ningún problema de seguridad, todo el contrario, y también ofrecemos nuestra historia a los huéspedes.

 

--¿Cómo es la historia del pueblo?

 

--Cuando se hizo la estación del ferrocarril fue nombrado ‘Las Pipinas’ y eso porque la persona que donó los terrenos tenía hijas gemelas, enanas, y las llamaban ‘las pininas’ Mucho después el pueblo se conocía como Las Pipinas. Alrededor de la década de 1950 la legislatura quitó ‘las’ al nombre y quedó como Pipinas.

 

--Y se han plantado hermosos árboles en casi todas las calles…

 

--Los plátanos, claro, ahora, pero hace más de 50 años no era así, era una zona llena de cal y la gente tenía que cambiar trabajo por salud. El efecto del fino polvo que proviene de la cal y de la fábrica de cemento hace que hoy tenemos muchas personas en el pueblo que sufren de cáncer, problemas respiratorios, problemas de la piel.

 

--¿Cómo ven la perspectivas futuras?

 

Contesta Margarita:

 

--Bien, estamos creciendo de a poco pero bien, el hotel está completo los fines de semana. Notamos que año tras año vamos creciendo y eso nos pone muy contentos. Ofrecemos la tranquilidad y la calidez de la gente, atención personalizada, la posibilidad de disfrutar con la familia y a veces formamos grupos para salir y conocer el pueblo y la zona.

 

Contactos:

Cooperativa de Trabajo Pipinas Viva  

e-mail: info@pipinas.com

web   http://pipinas.blogspot.com

Te:   02221 492144

 

 

 

 

1 comentario

Nicolas -

La verdad que es asi como dicen ...ideal para ir y cerda de la Gran Ciudad,la Gran Tranquilidad, Elgran Sabor de su cocina y todo lo que uno busca para realmente descansar y desenchufarse !!! Hay que ir y uno va querer volver y volver ... ideal ara ir con chicos y bicicletas y en verano, no olvidar el traje de baño !!!