"Medios y poder en Venezuela aporrea y la prensa comunitaria,"" una investigación periodística de Modesto Emilio Guerrero
“Lo que sostengo es que en la Venezuela bolivariana, se está viviendo un verdadero fenómeno periodístico: una explosión de medios, expresión directa de la expansión de sus libertades políticas, especialmente las de publicación y expresión (las democráticas, las sindicales y las económicas,” escribe el periodista y conferencista Modesto Emilio Guerrero en un libro de reciente impresión, “Medios y poder en Venezuela.”
Su opinión contrasta fuertemente con los informes de “Freedom House,” un ONG basado en los Estados Unidos de Norteamérica, que asegura que Venezuela es un país “sin libertad de prensa.”
Guerrero afirma que si bien existen diferentes tipos de presión contra los medios masivos de comunicación en Venezuela, también afloran una importante cantidad de medios alternativos de comunicación y una llamativa cantidad de revistas, periódicos y radios comunitarios que no tienen los recursos financieros de los medios establecidos.
“La solución al monopolio capitalista de la vida mediática de un país o del mundo, no es la estatización de los medios,” dice el autor, “sino su socialización, su democratización social.”
Sin negar algunos atropellos contra los monopolios de comunicación en el país, sostiene que “Nunca en cien años nacieron y actuaron tantos medios y agentes sociales de prensa como ahora. Nunca antes, el poder hegemónico de la reproducción masiva y simultánea de ideas y símbolos fue modificado y puesto en cuestión.”
Señala además que ha habido en Venezuela una larga historia de censura, cierre de diarios y presiones de todo tipo contra la libertad de prensa, especialmente durante las dictaduras y regímenes autoritarios.
Actualmente existe tres sistemas de medios: los comerciales aglomerados en tres o cuatro redes, los medios públicos o estatales y los medios alternativos o comunitarios. Los medios comerciales se caracterizan por su oposición al gobierno de Hugo Chávez. Entre los medios comunitarios—publicados en barrios, sindicatos y comunidades—existe gran diversidad de ideas y planteos.
Luego de señalar el rol de los grandes medios de comunicación en intentos golpistas contra Chávez, el periodista alega que el Estado “formalmente no impone condiciones ideológicas o de sometimiento a los medios que reciben recursos o propaganda oficial. En la realidad es más complejo. Hay ministerios o funcionarios que ejercen o intentan ejercer control sobre los medios a los que les otorgan ayuda o recursos, incluso cuando les dan publicidad.”
Como hoy los medios de comunicación son “la piel del poder,” un proceso revolucionario o de cambio social no puede sostenerse “sin no construye al día siguiente, un sistema de medios sólido, nacional e internacional, capaz de enfrentar el sistema mundial de reproducción simbólica de los grandes poderes mediáticos.”
El libro concluye con una descripción del “fenómeno Aporrea,” un medio alternativo en la web que ha tenido un auge importante en base a un esquema que se enraíza en los barrios y en los lugares de trabajo y de lucha política y social, bajo la forma de servicio gratuito “para la realización de un derecho humano y no como comercio privado ni como monopolio estatal burocrático. Según su propia declaración de identidad:
“Aporrea.org es un sitio web de divulgación de noticias y opinión socio-político y cultural, identificado con el proceso de transformación revolucionaria y democrática de nuestro país, Venezuela, con una visión que se extrapola al resto de la humanidad, en la perspectiva de la liquidación del sometimiento capitalista-imperialista y la construcción de sociedades libres, basadas en el poder de los trabajadores y el pueblo, sin explotación del hombre por el hombre.”
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“Medios y poder en Venezuela: aporrea y la prensa comunitaria.”
Eco Ediciones, Corrientes 1543 6° piso
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