Casting, una vida esperando...
Pedro Kochdilian: “Un casting puede ser terrible, intrigante o bonito…”
“La actuación es un camino en el que nunca se llega al final.
Prefiero siempre dar más de lo que me piden que hacer lo mínimo.”
--Roberto Carnaghi—
Casa blanca es el nombre de una película que ha quedado en la memoria colectivo de los apasionados del arte cinematográfico. También es un bar frente al Congreso Argentino, sin humo adentro acorde a los tiempos que corren, un lugar apto para pasar las últimas horas de la tarde chisporroteando las idas y venidas de la vida en compañía de políticos obnubilados, escritores condenados a la búsqueda de su identidad, y actores de rostros afables balanceando la sórdida realidad que los pisotean con sus sueños artísticos.
Fue allí donde “The Buenos Aires Voz” se acercó a Pedro Kochdilian.
--¡Hola! Perdón...creo que lo conozco...¿Es usted Pedro Kochdilian, el actor?
--Pues, sí...
--Me parece haberlo visto en un casting.
--Puede ser. Pero no en un casting. En varios. Soy actor.
--De acuerdo. ¿Qué tipo de castings son los que más le interesa?
--Bueno, un poco de todo, para películas, comerciales, TV...
--Hmm. ¿Cómo es un casting?
--Terrible y lindo al mismo tiempo, intrigante, bonito, qué sé yo...
--¿Por qué dice que son terribles?
--Bueno, hay muchos postulantes, pasan muchas cosas entre los que esperan conseguir el rol, luego hay que esperar y esperar y pronto uno está allí frente a la cámara. Si la persona que está haciendo el casting, o el cameraman no tiene noción sobre lo que le pasa al actor, se hace difícil y no habrá muchas seguridades de conseguir el papel.
--¿Puede ser que usted no sabe muy bien lo que el director busca?
--Es cierto. Ahora bien, lo que menos me gustan son los casting de publicidad porque quienes buscan gente para comerciales no toman en cuenta la formación en actuación que puede tener el postulante; interesa más bien su aspecto físico, su cara, si es lindo o feo, una cierta actitud quizás, un rostro que puede estar acorde al producto que se intenta promocionar.
--Vamos a imaginar por un momento que estamos haciendo un casting. La cámara está lista...¿Qué diría usted?
--Y…diría mi nombre, las cosas que he hecho, las películas que he hecho…no hay una regla, uno dice lo que le parece bien decir.
--¿Alguna vez pasó algo raro, inesperado, en un casting?
--No sé, pero por lo general cuando pienso que hice el papel bien, no me llaman. Yo mismo me doy cuenta si lo hago bien o no. De todos modos, todo es muy relativo, sabe, la cara que puse pudo haber sido lo que estaban buscando, o no. Ahora bien, los castings para cine son diferentes. Primero la persona detrás de la cámara sabe lo que está buscando porque trabaja para el director y además sabe cómo tranquilizar al actor y llevarlo hacia donde se quiere llegar. Es lo más parecido al teatro que hay.
--¿Hay muchas diferencias entre la actuación en el teatro y en el cine?
--Es que cada actor es diferente pero yo creo que mucho depende del director. No es cuestión de malos o buenos actores. O uno es actor o no. De repente uno ve un espectáculo y no convence un actor pero creo que el problema tiene que ver con el director, no con el actor. El director tiene que saber cómo hacer para sacar del actor lo que tiene y lo que hace falta para el papel. Sucede incluso a veces que el actor descubre cosas que no están en el guión, cosas hermosas para agregar al papel. A mí me pasó por ejemplo en “Viento de Agua.” Yo agregué una frase y pensé que no iba a quedar, pero gustó y quedó.
--¿Y en el teatro?
--En el teatro hay una vivencia de ida y vuelta con el público.
--Además, la preparación debe ser diferente.
--Claro, para cine hay pocos ensayos. Cuando uno trabaja para armar un espectáculo el ensayo es esencial. No sale igual y uno tiene que seguir buscando. Lo que uno siente en cada ensayo o en cada función es distinto. Las emociones que uno siente frente a un público contrastan con lo que uno siente actuando frente a una cámara. Pero en realidad yo me olvido de la cámara y actúo como si estuviera frente a un público.
--¿Qué tipo de preparación realiza para el trabajo frente a la cámara?
--Bueno, me pasa algo especial. Yo necesito saber todo lo que puedo sobre la historia y sobre mi personaje. Hay sin embargo un problema porque a veces los actores terminan haciendo ellos mismos. Pero para mí es importante investigar cada personaje, es lo más lindo que hay. Uno puede tomar el rol de militar, portero, abogado, diversos papeles, y al principio puede ser que el personaje no sale de uno pero después de trabajar uno va encontrando la esencia de cada uno.
--¿Tiene usted alguna técnica, alguna forma de abordar los personajes?
--Luego de estudiar con Amanecer Dotta, un director uruguayo, aprendí la importancia que tiene el cuerpo del actor en la conformación de los personajes. Uno va buscando y acumulando experiencias con el cuerpo y de repente ya tiene un instrumento de trabajo. Pero además trabajo con una técnica de respiración. Cargo los pulmones de aire y eso le proporciona seguridad pero además es importante encontrar la respiración de cada personaje.
--¿Y con los textos?
--En cine de últimas puede leer los textos mientras actúa en la escena, pero en el teatro uno llega al texto luego de un proceso mucho más largo, durante los meses de ensayos y discusiones sobre la obra.
--¿Qué opina sobre el momento actual del cine argentino?
--Veo que hay mucha búsqueda, especialmente de parte de directores jóvenes que hay surgido últimamente y buscan su identidad cinematográfica en el contexto de un mundo muy cambiante.
--¿Y…..las mujeres? Puedo contestar la pregunta con una poesía que escribí en 1992:
La mujer y la tierra:Hay que usar la sutileza que hoy tienen las mujeres
Casi todo lo consiguen por ser madres y ser niñas
Te seducen con ternura solo por naturaleza
Tienen fuerza, tienen lucha y también mucho coraje
No le temen a la vida, la pelean y defienden,
y muy poco se deprimen
Son dadoras de la vida por ser tierra bondadosa
Muchas veces tempestades les arrancan sus sembrados,
pero insisten con su espíritu y de vuelta reproducen
Tienen ese gran caudal que los hombres envidiamos
No se quejan porque sí, siempre son muy optimistas
Solo tienen que cuidarse, cuando llegan al poder,
a no imitar al hombre, porque pierden ya el ser ,
y se quedan sin encanto de ser tierra bondadosa.
Contactos: Pedro KochdilianCel: 15 63 56 71 75
e-mail: pkochdilian@yahoo.com.ar
3 comentarios
sabrina -
sabriii.
yamila -
Arlenys Collado -