Rescatando el muralista méxicano Siqueiros en Buenos Aires
Un sótono húmedo y abandonado de Buenos Aires alberga una historia rica en forma, color y pasión. La directora Lorena Muñoz acaba de ponerla en la pantalla grande.
Ejerciendo su estilo único, Siqueiros pinta un mural estupendo, con toda su vibrante imaginación, destacando el cuerpo desnuda de su mujer. Pero la histora es más compleja: el dueño de la casa, Natalio Botana, fundador de la revista 'Crítica,' se convierte en el amante de la mujer del pintor.Para inaugurar la obra arma una fiesta...pero...
El mural quedó encerrado por muchos años en el solitario sótano,abandonado y llena de humedad y muho.
Gobernaba Agustín P. Justo, no muy amigo de las ideas izquierdistas de Siqueiros (miembro del partido Comunista mexicano), y no parecía muy interesado en apoyar el deseo del muralista de dejar un mural en Buenos Aires. Botana sí, y le iba a pagar. Tenía un sótano, una bodega. Siqueiros le hizo sacar a todas las botellas y le pidió cuatro colaboradores: Antonia Berni; Lino Enea Spillimbergo; Juan Carlos Castagnino y el escenógrafo uruguayo Enrique Lázaro. Pintaron el techo y las paredes y se destacaba el cuerpo desnudo de la mujer de Siqueiros, Blanca Luz Brum.
La revista siguió la evolución de la pintura, pues escribieron sobre él Eduardo Mallea, Oliveiro Girondo y Raúl González Tuñón.
La relación entre Siqueiros y Blanca distaba mucho de la pureza del mural. Tomaban, peleaban a gritos. Ella rompe con Siqueiros e inicia una relación amorosa con Botana, secreta pero sabida.
Después de aquella fiesta cuando el pintor terminó el mural, Siqueiros apoyó una helga, le descuelgaban los cuadros de la exposición que hacia y se fue a Nueva York. Botana y Blanca Luz se quedaban juntos un tiempo más.
Cuenta el escritor Alvaro Abós: "Cuando Botana murió, en 1941, la familia entró en litigio y se perdió el patrimonio."
La película está en el Cosmos de la calle Corrientes, a las 13:50 y 19:00 horas.
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