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Buenos Aires Jaque Press, en inglés y español

María Neder: "Puerto Almendro, un lugar donde la gente puede anclar."

Construirte /montar cada palabra
Sobre el falo de ti misma
Hembra macho brutal espada poesía
Voz /sonido en el aire
Explosión quebrándome los huesos
Aquí me tenés, renga, viciosa
Lamiéndote y desaforada
Por escribir / darte en el centro
Con este lápiz
Con la palabra-siempre la misma sed-
Derramarme en oídos de otra lengua
Seguir en la respiración alucinada
Sin hallar el lugar donde el pie se apoye 
Exhausta
Yo mujer mi hacedora
¡si pudiera!

-María Neder, del su libro "Fisura de boca."


"Puerto Almendro" es el sueño provocador y seductor de María Neder, una creativa porteña de enrulados cabellos negros e inquietos ojos oscuros. Es, además, una innovadora que nunca se ha dado por vencida. 

Un puerto, como se sabe, es un punto de llegada o de partida, un lugar abarcador que huele a sal y sudor; un lugar en el cual existe un intercambio continuo y obligado de objetos, ideas e información. En cambio, el almendro también denominado "Amygdalus dulces Mill," es un árbol originario del oeste de Asia, encorvado y apreciado por la belleza singular de sus flores y por su fruto, la almendra. 

María es escritora, música, poeta y novelista; además, en su programa popular de radio en Merlo, provincia de San Luis, hace lectura de cuentos acompañada de jazz, piezas de folklore o música clásica. 

En "Puerto Almendro" uno puede tomar un café servido con un estilo único, contemplar las cercanas sierras de los Comechingones, pasar un rato leyendo cuentos, novelas, revistas de poesía o indagar sobre la historia de la región. En el jardín, rodeado de especies nativas de árboles, el visitante puede participar en charlas, debates, reuniones, talleres de escritura. A la noche el salón principal se llena a menudo de aficionados a la música, pues tocan los más variados conjuntos.

Golpeamos la puerta de Puerto Almendro, casi un arco iris colores, y preguntamos a María sobre el nombre del lugar.

--En realidad el nombre nació como programa radial. Pero vamos al principio. A poco tiempo de venir a Merlo comencé a trabajar como Directora de Turismo y desarrollé el proyecto turístico que ahora se está llevando a cabo. No hay uno nuevo. Se está trabajando sobre el proyecto que yo armé en 1996. Tiempo después me di cuenta de que trabajar en la función pública no era lo que yo quería. Había venido aquí para buscar otro tipo de vida, dedicarme más a la escritura, a la docencia no formal, dar talleres, charlas en bibliotecas. De repente, un día me pidieron que fuera presidenta de una biblioteca en Merlo que se estaba fundando en Cerro Oro. Mi mayor impulso allí fue que la gente siempre tuviera contacto con el libro, entender que una biblioteca no es una estantería muerta. Pero antes había hecho radio en Puerto Iguazú, un programa de cultura para Radio Nacional y allí también fundé la biblioteca "Puro cuento," de modo que había un antecedente en radio y en biblioteca.

--¿Y "Puerto Almendro?"

--Bueno, llegó el momento de renunciar a mi puesto en Turismo y yo me dije: '¿cómo voy a encarar esto?' Escuché a otros programas de radio y me di cuenta de que casi todos eran charlas, comentarios. Por eso opté por un programa de lecturas. Pero: '¿cómo hago esto para atrapar a la audiencia?' La repuesta fue: con música, pues también soy profesora de música y aprendí a tocar el piano antes de leer o escribir.

--¿En serio?

--Mis manos no llegaban del do al sol, pues tenía tan solo cinco años. Pasé mi infancia tocando el piano y la música me ha quedado como parte de mi vida, no como ejecutante sino como acompañante de mi trabajo literario. 

--Entonces, la música acompaña la lectura de cuentos en el programa radial…

--Sí, pero tenía que buscar un nombre al programa y mientras iba pensando qué iba a hacer en el programa comencé a trabajar con papel y lápiz, tal como se hace en la preparación de un cuento. '¡Ah! Yo quiero que la gente ancle, porque de este modo van a estar tranquilos, entonces voy a rotar entre música y cuento.' Puerto. ¿Qué es un puerto? Necesitaba un calificativo y encontré almendro. Fue un hallazgo porque lo que buscaba como adjetivo lo ganó el sustantivo: Puerto Almendro y este lugar tenía que llevar el mismo nombre. El año siguiente se publicó mi tercer libro y hago la presentación aquí en Villa de Merlo y viene mi editor y recorre el pueblo. Había una librería muy chiquita pero la gente a cargo de ella no sabía de literatura, muy poco sabían. Entonces, digo 'algo comercial no quiero, pero sí una casa con reuniones y charlas,' en realidad la misma idea que había tenido en Puerto Iguazú. 

--¿Cómo encontró el lugar?

--Comencé a buscar, y buscar lo que podía alquilar. Se me cerraban muchos lugares pero de repente me encontré con esta casa, totalmente abandonada, de un artista plástico, y cuando comenté mi proyecto me prestó mucha atención. Pasamos unos cuantos días conversando. Vio que tenía todo definido: cómo iba a servir el café, que todas las mesas iban a ser diferentes, que a mí no me interesaba comprar sillas iguales y poner un bar, no; me interesaba la forma, la idea de cómo poner las cosas. Entonces, el pintor propuso un alquiler por tres años, ínfimo, para que yo pudiera hacer las reformas que quisiera. 

--¡Una suerte!

--Sí. Como se puede ver, muchas de las cosas parecen desordenadas pero sucede que hay toda una intención en el desorden aparente. Es una intención: salir fuera de lo establecido, incluso en eso de poner un color, después otro. Es que cada objeto no representa el objeto en sí mismo sino que tiene un símbolo más. Por ejemplo, esta mesa con recortes de diarios y frases tiene la intención de no ser solamente una mesa sino de provocar al pensamiento. La función de mesa está, pero estéticamente representa un objeto de un modo particular. 

Han pasado por "Puerto Almendro" una destacada lista de poetas, escritores, músicos, hombres y mujeres de las letras y actores como Juan Vitale que "se enteró del lugar y vino para leer…para muchos escritores y músicos este lugar los impulsa a decir: 'esto es lo que yo siento." Creadores como Juan Gelman, M. Isabel Pazos, Laura Cerrato y, desde sus retratos y escritos fijados en la pared, Roberto Juarroz, Juan L. Ortiz, Julio Cortázar y Humberto Costantini, para mencionar sólo algunos, han "entendido" perfectamente la idea de que cada objeto representa más de lo que aparenta, pues ellos "han dejado" bellos mensajes sobre las blancas paredes del salón de actos.

María conduce al periodista a la sala de entrada y le muesta los escritos fijados sobre las paredes, luego retoma su relato:

--La casa se abrió al año siguiente del inicio del programa radial. Y empezó a llegar mucha gente en coincidencia con el gran crecimiento de Merlo, pues es un lugar muy bello y muchos han venido para vivir aquí y esto ha hecho que el pueblo se haya ido transformando. La biblioteca se llama 'La Aldea,' y contiene muchos y variados materiales que uno puede consultar. Pero además funcionan talleres grupales e individuales, siempre de escritura; hay talleres sobre pintura y música pero siempre que algún profesor o profesora haya querido venir hasta aquí. Ahora, muchos de ellos ya tienen sus propios talleres. Lo bueno de todo esto es que funciona como un disparador. Lo importante es que la gente comience a leer.

--¿Influye el medio ambiente de Merlo en su propia escritura?

--Comencé mi actividad en Merlo con una presentación en la Casa del Poeta Agüero y habiendo leído a Esteban Antonio Agüero, y habiendo escuchado a la gente hablar del poeta, me di cuenta de que no lo conocían. (Agüero es un poeta que nació en Piedra Blanca, cerca de Merlo.) Entonces, fue óptimo hacerles entender que no habían leído a Agüero. Hablaban mucho de Agüero pero no lo conocían. Entonces, comencé a copiar en mi computadora poemas del poeta y en cada reunión regalaba fotocopias de sus versos. Esto me permitió hacer todo un trabajo. Es que cuando llegué a Merlo lo más importante era la pintura; ahora es la poesía. Entonces, yo siento un regocijo interior muy grande, pues hay gente a quien no le gustaba a la poesía que ahora viene a las reuniones para leerla. Estoy fascinada: estoy viviendo una transformación. 

--Se define usted como poeta, cuentista o novelista…?

--A mí la poesía me fluyó siempre por mi orientación musical y por la orientación de mis lecturas. De chica lo que me interesaba era la mitología griega, luego comencé a leer poesía latinoamericana y española. Pero no quise ser poeta. El cuento en cambio me parece el género perfecto. Me fascina la poesía y la narrativa pero el cuento me parece un desafío mucho más grande.

--¿Por qué?

--Porque el cuento exige las mismas características de la poesía: poder de síntesis, sugerencia (en un cuento breve no se puede hablar de detalles), en fin, el cuento es como alguna vez dijo Julio Cortázar: 'como el punch en el boxeo.' En mi primer libro tengo 17 cuentos y 13 en el segundo-no me animé a poner algunos. Además he escrito una novela breve de 120 páginas, pero mi desafío es el cuento. (Sus obras incluyen "Fisura de boca," poesía, "Reading Edge: lectora a domicilio," novela, "Contra corazón, "Entre los huecos" y "Cuando octubre.")

--¿Su estilo?

--Yo escribo verso libre en poesía pero me considero bastante realista. No obstante, me obsesiona el cuento fantástico, como así también el tema de los desencuentros entre los seres humanos.

--¿Cómo 'nacen' sus cuentos y poesías?

--La poesía, como decía, nace de una música que siento en mi cabeza. El primer verso suena y yo lo escribo según el estado en que estoy. En cambio, con los cuentos, es una conversación que me hace pensar en un suceso. Puede ser sencillo pero me provoca a crear una historia en la cual algo hay atrás.

--¿Es usted intuitiva o trabaja con estructuras prefijadas?

--Yo armo la estructura primero. La idea global la tengo de antemano. Soy intuitiva en relación al momento de escribir. Es que muchas personas tienen historias gloriosas en la cabeza. Pero el arte es cómo contar las historias. '¡No sabés la historia que tengo!' dicen. Pero el escritor no escribe la historia: su tarea es crearla-cómo está escrita, quién la cuenta, en primera o tercera persona, cómo son los personajes físicamente…Entonces, el trabajo del escritor es sentarse a escribir y es realmente un trabajo duro. No es sólo inspiración. No es que las ideas vienen del aire. Escribir es un trabajo exigente.

Direccion:Puerto Almendro, Avenida Norte 2512, Merlo, Provincia de San Luís. 
Tel: 02656 476679 
Email: marianeder@merlo-sl.com.ar , marianeder@yahoo.com.ar 
Web: http://www.biblioteca.sanluis.gov.ar

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