"Pedro y el Capitán," obra teatral de Mario Benedetti, en la sala Liberate de Buenos Aires

      Dirigida por Mónica Bongiovanni, con Antonio Bax y Matías Gonzalez Bongiovanni, la obra "Pedro y el Capitán" de Mario Benedetti se presenta los viernes a las 20:30 horas en la Sala Liberarte, Corrientes 1555, Ciudad de Buenos Aires.

     El tema fue pensado inicialmente por Benedetti como una novela, incluso le había puesto de título "El Cepo," como una "...larga conversación entre un torturado y su torturador." En su formato escénico se destaca el alto contenido poético del texto y la no presencia de la tortura física en el escenario, de tal forma que el espectador retiene suficiente libertad como para juzgar el proceso de degradación del ser humano--eje central de la obra.

No es un enfrentamiento entre un mostruo y un santo. Contriamente, indaga sobre las zonas vulnerables y la resistencia de los dos hombres, sobre la distancia entre los dos marcado fundamentalmente por la ideologia. Dos procesos se cruzan: Pedro no sólo es una víctima indefensa; a la vez es un hombre que con su silencio vence al poder de su torturador, emplea su negativa para fabricarse sus propias defensas.

       La verdadera tensión dramática en realidad surge del conflicto que tiene el Capitán, su imposibilidad de arrancar de Pedro una confesión.

        Dice el actor Matías Gonzales Bongiovanni, sobre la obra:

 

       "En este momento estoy con una hermosa obra en cartel, del gran escritor Uruguayo Mario Benedetti. La misma se llama “Pedro y el Capitán”; básicamente son diálogos entre un torturado y su torturador, no el torturador físico sino psicológico, obviamente alude a este periodo nefasto para nuestra historia que fue la dictadura y en ella los desaparecidos. Realmente es una gran obra (no podía ser menos dado el autor), llevada de manera exquisita a escena por Mónica Bongiovanni, en una puesta sutil, casi mágica, bella por estética y plástica, que lleva directamente a la auto reflexión del espectador, principal necesidad del tema, hacernos cargo donde estuvimos y que hicimos, que rasgos tengo yo de ambos personajes; logra ese distanciamiento necesario para hacerlo. Es una obra importantísima a nivel cultural y social. Creo que está obra y puesta, merece ser vista y reflexionada. Ya que no solo su tema aún sigue vivo (Julio López, los juicios no terminados, es nuestra historia reciente) y merece que como sociedad nos “hagamos cargo”, para empezar a superarlo. Sino también  por la puesta lograda por la directora, que es de una gran sutileza, una hermosura plástica, realmente no tiene grietas, y muy por el contrario lleva la obra a un estadio superior. Acompañado por el enorme trabajo y seriedad puesta en ello, de las actuaciones."

        

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