El viejo y el río, una saga de agua, tierra y luz...
Un chivo parecía guardar la puerta del Sr. Gómez. Abrió su boca como para decir: "¡Ojo! Aquí damos acogida a extraños como Usted, pero...¡cuidado! Aquí todos deben aceptar nuestras reglas: tomar mate y prestarme la atención que merezco!"
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