El viejo y el río, una saga de agua, tierra y luz...
Eladio Gómez vive en la isla, a 20 minutos en bote de la ciudad de La Paz, Entre Ríos, Argentina, siempre de buen humor, en medio de una naturaleza lujosa, trabajando todos los días, a los 80 años, cuidando sus animales y plantas. Luego de ofrecer a su huésped un asado de carpincho, suavizado con vino tinto, y con los espíritus más alegres, el viejo y el huésped se pusieron a conversar.
-- "Fantástico el asado! Realmente. ¿Qué le parece que conversamos un poco sobre su vida aquí en la isla?"
--¡Cómo no!
--¿Muchos años hace que está aquí?
--Yo nací en Banderas pero llegué aquí a los dos años. Desde entonces vivo aquí. Tengo 80 años.
--¿Siempre en la isla?
--Bueno, he trabajado en la ciudad, como cementero, sembrando también, tomates, toda clase de verduras.
--¿Hijos?
--Tengo siete. Murió un hijo ahogado.
--Lo siento…¿Qué pasó?
--Estaba andando en el bote y se cayó al agua. El río lo llevó.
Hubo un silencio. Sólo se escuchaban los pájaros, los gansos, el gruñir de unos chanchos.
--¿Cómo hace Usted para mantener a siete hijos?
--Ya son grandes. Cuatro mujeres hay y dos varones quedan. Ya tienen sus vidas, pero el mayor está aquí en la isla conmigo.
--No falta nada aquí…
--No. Aquí tenemos de todo, bichos, huevos, pollos, gallinas, patos, gansos, chivos, ovejas, vacas, chanchos…
--¿Los llevan a la ciudad para vender?
--Sí, algún lechón, carnero. La nuera me ayuda.
--Hasta aquí no llega la crisis económica…
--No. Aquí siempre tenemos los bichos y la tierra es muy rica, tenemos comida, y eso es lo principal.
--¿Sí hay una inundación?
--Hubo una inundación grande, creo en los 80, y nos dejo con casi nada. Murieron montón de bichos. El agua llegó hasta aquí. ¿Qué se puede hacer? Después comenzamos de nuevo.
--¿Cuál es su secreto?
--Secreto. Tiene 80 años y tiene un aspecto muy sano.
--Y…trabajo, cuido las plantas, los animales, siempre hay cosas que uno tiene que hacer. Es una alegría vivir aquí. No puedo imaginarme viviendo en ninguna otra parte. Mi vida es aquí.
--¡Nada de comida chatarra!
--¡No! Aquí la comida es sana, más sana que allá en la ciudad. Los bichos son nuestros y luego podemos cazar y pescar. Aquí no hay nada raro. Tenemos una vida sana.
--Debe haber un mercado por sus productos naturales.
--Claro que sí. Compran nuestras gallinas y huevos con ganas.
--¿Hay otras familias en la isla?
--Sí pero pocas. Casi todos son viejos ya. Yo soy uno de los principales en llegar a la isla.
--¿Vas a la ciudad a veces?
--Sí, voy a veces.
--¿Contempla Usted realizar algún cambio aquí?
--Y…por los años que me quedan…algún cambio, sí, para mejor alguna cosa, pero a nuestra edad lo que hay que hacer es esperar. Hay que cuidarse y vivir lo mejor posible.
--¿Su esposa?
--Me casé a los 17 años. Desde entonces estamos juntos.
--¡Felicitaciones! ¿Cómo hizo para mantener la relación durante tantos años?
--Somos compañeros. Ella vive allá en la ciudad ahora, porque tiene un problema de salud.
--¿Y vas en su bote hasta allí para verla.
--Claro que sí. Pero no puedo dejar la isla. Ya no.
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