Las lágrimas de Marcelo Tinelli espera el desalojo de 30 familias Mapuches

  “Me pregunto qué danza tendremos que hacer los Mapuches y campesinos para que nos devuelvan las tierras,” escribe Lic. Marisa Burlastegui, de la Universidad Nacional de Mar del Plata, (Argentina) sobre el programa del locutor Marcelo Tinelli (“Bailando por un Sueño” ) en canal 13 de Buenos Aires.En una nota enviado por e-mail agrega: “Es tan conmovedor ver a Tinelli cuando se emociona ante algún caso de injusticia social. Se le llenan los ojos de lágrimas y mira hacia las cámaras.” Después pregunta: ¿Si los indígenas se presentaran en su show podrían conseguir algo de respeto a sus derechos naturales? ¿Saben que es ’Trafipan 2000’?

 

Ella contesta su propia pregunta:

 

“Marcelo Tinelli, conductor-empresario televisivo que compró miles de hectáreas en la provincia sureña de Chubut, necesita desalojar 30 familias mapuches para construir un megaproyecto turísticos.Moira Millán, integrante de la Comunidad Pillán Mahuiza y del Frente de Lucha Mapuche y Campesinos en el marco de la lucha por la defensa del Agua y la Tierra aseguró a radio Universidad Nacional de Cuyo, que le dicen rotundamente ¡No! a cualquier megaproyecto que pretenda ’arrasar  con nuestro entorno a cualquier precio’. “

 

Sucede que la dirigencia indígena denuncio que el megaproyecto turístico que pretende construir Marcelo Tinelli “es sobre la vivienda de 30 familias       Mapuches y, casualmente, lleva nombre mapuche, Trafican 2000, cuando para llevarlo a cabo, necesita de su desalojo.”

 

La Lic. Buarastegui finaliza su comentario:

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“Cuanta más gente se entera, más nos ayuda para conseguir el apoyo de las autoridades para poder conservar nuestras tierras’.” Y apela a los medios de comunicación no oficiales para romper lo que ella llama “el silencio de los medios oficiales.”

 

Cabe agregar que en el bello sur argentino hace mucho tiempo suceden un sin número de atropellos, no sólo contra la comunidad indígena: empresarios y personas influyentes de otros países compran hermosos terrenos, incluso en los parques nacionales, prácticamente no paguen impuestos y traban entrada de argentinos a sus aposentos.