Gaza, Guernica y una guerra en la cual los civiles llevan la peor parte
¿Cómo se llama una guerra en la cual hospitales, escuelas y universidades son bombardeados; camiones cargados de medicina y comida de la cruz roja y de las Naciones Unidas son atacados con armas de última generación; cuando civiles portando banderas blancas huyendo de sus casas son muertos como si fuesen coto de caza; cuando se les niegan a los periodistas el derecho de ingresar a la zona de conflicto? ¡Cómo se llama una guerra en la que más del 50% de las víctimas son no combatientes, mujeres, niños, ancianos y padres de familia?
Al formular estas preguntas, no estamos tomando partida en la guerra contra Gaza, ni defendiendo a palestinos: simplemente planteamos que tácticas como estas deben ser condenados fuertemente por la opinión pública internacional—al igual que todos los actos que se perpetúa contra civiles inocentes en cualquier parte del mundo.
Pero…¿Haría falta que aparezca otro Pablo Picasso, otra “Guernica,” para darnos cuenta lo que sucede en el mundo?
¿Tirar bombas a blancos civiles desde aviones no es una acción que merece el término “terrorista?” ¿Si una persona que ata explosivos a la cintura y los hace explotar en un mercado comete un acto terrorista, qué se puede decir de los pilotos que dejan caer bombas sobre un hospital o una casa habitada por mujeres y niños?
¿Cuál será la razón por la cual actos de esta naturaleza, cuando perpetrados por poderosos países, no merecen la condena de ninguna organización internacional? ¿Cómo es posible que en la actual guerra de Israel contra Gaza—al más puro estilo Bush de guerra preventiva—se burla de convenios internacionales y de las mismas Naciones Unidas?
Todos hemos leído las excusas de los voceros de Israel, diciendo que en los hospitales, escuelas o camiones cargados de medicinas se ocultan combatientes de Hamas--el grupo político-religioso que ganó las elecciones en Gaza—los causantes del problema según los Israelíes. Vamos a suponer que es verdad. ¿Cómo se puede justificar bombardear un hospital lleno de enfermos y heridos simplemente por sospechar que allí se ocultan unos combatientes?
Es imposible entender esa mentalidad, a no ser que la verdadera intención de Israel es producir tanto sufrimiento que los palestinos se olviden de reclamar lo que en realidad les pertenece. El escenario de la guerra en Gaza es sobre un pedazo de tierra que fue conquistada en 1948 por comandos judíos a instancia de los Estados Unidos e Inglaterra, luego del holocausto de la Segunda Guerra Mundial, para crear un Estado para el pueblo judío. Antes vivían en la zona tanto judíos, como palestinos. Entonces, la lógica supone que tanto unos como otros merecen tener un estado.
Los palestinos no han dejado nunca de reclamar lo que antes les pertenecían y allí está la esencia del conflicto, cuestión borrada en la mayor parte de los medios de comunicación. Es difícil pensar en paz mientras no se ponga fin a ese despojo territorial mediante la creación de un Estado para los palestinos.
Llamativamente, la guerra contra Gaza se produce a días del éxito del Presidente George Bush de la Casa Blanca., y de elecciones internas en Israel—en las cuales los ulta-conservadores se preparan para cantar victoria. Hay varios ingredientes que inducen a pensar que el conflicto Israel-gaza cuenta con el beneplácito de Washington, pues son aliados de largo dato. A saber:
1. La “Guerra preventiva” de los Estados Unidos contra Irak también empleó, entre muchos otros argumentos, la justificación de la lucha contra el terrorismo. Sin embargo, la mayor parte de los observadores coinciden en afirmar que la influencia del terrorismo en Irak creció fuertemente luego de la ocupación del país. Ni los EEUU ni Israel se molestaban mucho a conseguir la aprobación de la comunidad internacional, ni la de la ONU.
2. La ilusión de Israel parece apuntar a la liquidación física de la estructura política y militar de Hamas. En la guerra de los EEUU contra Vietnam, la ilusión también fue liquidar la estructura del Vietcong y al partido Comunista.
3. En Vietnam también los civiles terminaban siendo las víctimas más marcadas del conflicto: se empleaban NAPALM para el bombardeo de aldeas y aviones de la Fuerza Área de los EEUU rociaban selvas y campos con “agente naranja” y otras sustancias químicas. (Algunos médicos en Gaza han denunciado del uso de fósforo blanco)
4. ¿Los fines justifican los medios? Un concepto predominante en el poder es que la razón está de su lado y por lo tanto pueden emplear métodos no muy justificados a los efectos de lograr lo que consideran fines justos. Uno de los argumentos que Washington emplea para justificar la invasión de Irak es que ella permitió terminar con el dictador Sadaam Hussein. Pero…¡a qué costo! Los israelíes también parecen creer que pueden emplear acciones cuestionadas internacionalmente si se trata de liquidar la influencia de terroristas o Hamas.
5. La mayor parte de las acciones bélicas de los EEUU costas afueras han sido ejecutadas sin la aprobación de la ONU, o mediante gran presión para su aprobación a expensas de los pequeños países miembros. Asimismo, las reiteradas invasiones o conflictos que han tomado lugar entre Israel y los palestinos o países vecinos tampoco han recibido la aprobación de la ONU.
6. La Administración Bush ha admitido públicamente el empleo de métodos “suaves” de tortura contra presos en la llamada guerra contra el terrorismo. No sabemos si similares tácticas son empleados por Israel. Pero…¿Puede un país que pretende ser el baluarte de la libertad y la democracia torturar a presos políticos o “combatientes”?
7. Históricamente Washington siempre ha apoyado a Israel. Y no parece que nada substancial va a cambiar con el presidente Barack Obama. Ha dicho con mucho cuidado que su política exterior será basada en la convergencia y en la negociación de las diferencias. Pero también afirma que siempre va a apoyar a Israel. Hillary Clinton, encargada de manejar los asuntos exteriores del nuevo gobierno, ha remarcado la estrecha alianza entre Washington e Israel.
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