Mauricio Macri: ¿Qué pasa con las calles de San Telmo?

      Está bien. Hace falta renovar calles, caños de gas y veredas en todas partes de Buenos Aires, pero parece que el barrio de San Telmo es una obsesión del gobierno de la ciudad. Los vecinos protestan que muchas veces se vuelve a renovar calles que ya han sido renovadas...y en otros casos--por ejemplo, entre la Avenida Independencia y Chile--se trabaja más de un mes en una sóla cuadra...y en otras calles se sacan las piedras históricas a la espera de...?¿.....?

     Nota: Hoy, 20 de febrero, confirmamos nuestras peores sospechas. Los adoquínes no van a volver a la calle Defensa entre la avenida Independencia y Chile. Los obreros ya han colocado cemento. Pronto el asfalto. Los antíquos adoquínes ya no están, no volverán. Pero...los habrán llevado a algún lado, con algún propósito...Para las personas de bolsillo lleno, como algunos de los en el gobierno de la ciudad, personas modernas, globalizadas, fans a los siempre iguales hoteles de lujo, debe ser difícil entender que hasta las calles pueden expresar una orientación cultural.

    "Me encanta estas empanadas," me dice un turista francés mientras compra una dozena en un boliche no modernizado en Independencia con Defensa, pero..."¿Qué están haciendo allí?" Con su dedo apuntó hacia las máquinas en la calle Defensa, la histórica calle donde los ingléses intentaron en vano marchar hasta Plaza de Mayo durante la invasión colonialista, y tuve que decirle que estaban sacando los adoquínes para repavimentar una parte de la calle principal del barrio. "¿Por qué?" me preguntó. Claro, gran parte de los turistas vienen no para ver la "modernización" sino la aquitectura, los edificios históricas, las calles, probar la comida típica, escuchar la música, tomar clases de tango...en fin, lo más auténtico de la cultura local.

     Tal vez algún día, no sabemos cuándo, las autoridades se darán cuenta de sus errores. O tal vez nunca. Algún día escucharán primero a los residentes, antes de planificar. O tal vez no los escucharán nunca.