En homenaje a Julio Cortázar se proyectó "Mentiras piodosas," de Diego Sabanés

   Acompañados por una luna llena, los espectadores se acomodaron ayer en el patio de la Biblioteca Ricardo Güraldes en Buenos Aires, escuchando primero el seminario de Ricardo Parodi sobre las imágenes de Julio Cortázar, quedándose luego para la proyección de "Mentiras piodosas" de Diego Sabanés sobre el cuento de Julio Cortázar, "La salud de los enfermos."

   La imagen es esencia en el arte, como en la vida misma, pero supone algo misterioso que siempre escapa la plena comprensión. Uno se mira en el cristal, dice Parodi, y nunca se sabe bien dónde comienza lo real y dónde lo irreal interviene. Habría un mundo originario que subyace lo que Parodi titula el medio elevado. Pero en el cine es la pantalla el protagonista, una pantalla que "piensa" a través de las tensiones y pulsaciones proyectadas.

   Una mujer comentó luego de la presentación de Parodi que cuando era niña y leía las obras de Cortázar se imaginaba en un cine, viendo una película, tan fuertes percebía las imágenes de los textos. Fue el nexo exacto que hacía falta para la proyección de la película de Sabanés, un trabajo muy fiel, de excelentes actuaciones, fotografía íntima, una película metículosa en todos los detalles, excepto uno:

    Al salir de la proyección dos hombres conversaban sobre la película:

   --Gran película, me encantó, pero me parece que algo falta...

   --Es que en las historias de Cortázar siempre hay una ironía tan fina que me hace reír mucho.

   --Eso. Pero en la película esa ironía no aparece, es demasiado solemne...

   Luego ellos entraron en un bar y allí seguramente seguían hablando sobre el tema. Lo cierto es que la película logró uno de los objetivos mencionados por Parodi: que la pantalla haga pensar al espectador. (¡No siempre es el caso!)

   La historia se ubica a fines de la década de 1950. Pablo, un músico, hijo preferido de Mamá, viaja a París para tocar junto a unos amigos en un cabaret de poca monta. Pasa el tiempo y no hay noticias de él. Entretanto, la salud de la madre se agrava cada vez más. Los hermanos Jorge y Nora deciden entonces escribir cartas falsas y enviarle regalos a la madre, postergando el regreso. Incluso le piden a la novia de Pablo que continúe con sus visitas, y llegan a proponerle adelantar los preparativos de la boda, para apurar el regreso de Pablo. Como los gastos van en aumento debido al cuidado de la madre, el estado crítico del negocio de la familia y los envíos a Pablo, la casa es desmantelada poco a poco para pagar las deudas...

    Claro, uno puede también hacer una lectura política y social de la historia: la casa sería el país, en proceso de desmanelación, el hijo los miles de argentinos que escapan para probar suerte en otros lugares, las mentiras piodosas las de una sociedad en la cual la libertad es un pájaro sin alas...