Preguntar no cuesta nada;en cambio contestar es un desafío enorme

     ¿Qué hay detrás de una pregunta? ¿Qué hay detrás de una mirada? ¿Es que hemos perdido la curiosidad? ¿Confiamos tanto en la tecnología que la pregunta inocente ha quedado en el tacho de la historia? ¿Hemos olvidado nuestra niñez, cuando molestabamos a medio mundo con nuestras preguntas, cuando a los gritos exigíamos repuestas? ¿No tenemos siquiera el coraje suficiente como para plantear preguntas sobre las mil cosas que nos suceden todos los días? ¿Por qué no tenemos el coraje necesario para contestar nuestras propias preguntas?

    ¿Qué sucede en nuestras relaciones amorosas? ¿Por qué las parejas se pelean y se separan? ¿Por qué resulta tan difícil decir te quiero más que mi propia vida? ¿Con tantos medios de comunicación por qué tenemos tantas dificultades de entendernos?   

   ¿Qué sucede cuando un país todo poderoso que dice defender la democracia lanza ataques contra pueblos en Afganistán, mata civiles, y luego pregunta por qué la gente sale a la calle a gritar ’muerte a Estados Unidos’? ¿Se puede ganar una guerra empleando tácticas similares a las políticas que motivan el enfrentamiento? ¿Se puede luchar contra el terrorismo empleando la tortura? ¿Es moralmente aceptable abusar los derechos de los presos bajo la premisa de 'salvar vidas inocentes'? ¿En el llamado 'guerra contra el terrorismo' no se está poniendo en la fogata leña de muy diversa origen? ¿Más allá de los valores y las tácticas empleados por las partes enfrentadas, hasta qué punto no se percibe en muchas partes del mundo un deseo de imponer el sistema económico y cultural occidente a quienes no quieren formar parte de ese mundo 'globalizado'?

¿Qué hay detrás de las paredes que se construyen? ¿Cómo se puede construir paredes y al mismo tiempo hablar de la "aldea mundial'"? ¿Qué hay detrás de las paredes entre México y los Estados Unidos, entre Israel y Gaza, esa pared que muchos quieren construir para defenderse contra ’los otros’? ¿Por qué siempre se divide el mundo entre buenos y malos, nosotros y los otros? ¿Por qué en medio de una feróz crisis financiera el mundo premia a quienes lo desvalijan? ¿Por qué el dinero de los traficantes de drogas circula por donde quiera y el hombre en la calle que fuma es detenido por la policia?

     ¿Por qué hablan los poderosos de la justicia pero cuando se trata de ellos siempre se escapan de la justicia? ¿Por qué las cinco potencias que dominan las Naciones Unidas siempre tienen derecho de veto? ¿Quién estableció esa ley y por qué? ¿Por qué nadie cuestiona que los países poderosos tengan armas atómicas? ¿Qué clase de mundo tenemos si cada minuto se destina tres millones de dólares a los gastos militares? ¿Por qué mueren cada minuto unos quince niños por hambre o enfermedad curable? ¿Por qué las empresas mineras en Argentina y en muchas partes del mundo tengan tan generosoas excenciones impositivas? ¿Cuál sería la razón por la cual las empresas que extraen oro de la tierra no se preocupan con los daños ecológicos que producen en el entorno? ¿Por qué esas empresas pueden tener libre uso del escaso agua de la zona, la contaminan con químicos para extraer el oro, y los políticos les dan la bienvenida mientras los pobladores protestan en vano al ver caer el agua sobre las colinas llena de toxinas?

    ¿Por qué se dice terrorista a un hombre que se mata con una bomba en la cintura frente a un mercado o un destacamiento militar y no se dice terrorista al piloto de un avión que lanza bombas sobre un pueblo en un país lejano del centro de poder sospechoso de algo? ¿Por qué los poderosos son muy rápidos para condenar la violencia ejercida por otros, y ciegos ante sus propios actos de violencia?  ¿Por qué la gente vota a los partidos políticos que contratan a agencias de publicidad y los paga millones de dólares para conducir sus campañas? ¿Por qué las ideas y los proyectos se esfuman en el aire y se hablan más de banalidades que de verdaderas propuestas? ¿Por qué al llegar al poder los que abogan por el cambio casi siempre terminan aceptando políticas que criticaban durante sus campañas? ¿Por qué tanta resistencia a la idea del aborto, incluso cuando se trata de mujeres violadas?

   ¿Quién manda en el mundo y qué clase de democracia y de justicia tenemos cuando el pobre siempre es condenado y el rico a lo mejor sale con una sentencia leve? ¿Cuál es el motor que nos hace caer en la trampa del consumerismo? ¿Qué podemos hacer para lograr una democracia más verdadera, una justicia más justa y un estilo de vida más acorde con la naturaleza? Son preguntas incómodas, preguntas que de alguna manera los homo sapiens siempre hemos formulado, preguntas que nunca hemos podido contestar...