Chacovacchi y Maku: "Nosotros somos payasos y hombre y mujer"
Chacovacchi todavía tiene espuma blanca en la cara y Maku lo escruta con mirada pícara, pues la función en el Circo del Aire en San Telmo, Buenos Aires, acaba de terminar, los chicos y padres y abuelos caminan con el corazón liviano hacia sus casas y ya es hora de descansar un rato y deleitar la panza con algo más que una metáfora espontánea.
Chacocacchi: Mi verdadero nombre es Fernando Cavarozzi, pero todo el mundo me dice ’Chaco-’
Maku: Y yo soy María Eugenia Favale, pero soy la payasa Maku.
El periodista pide una aclaración: ¿Entonces Ustedes son una pareja de payasos...?
Chacocacchi:Nosotros somos payasos y marido y mujer, tenemos un hijo de cuatro años, hemos estado juntos ya hace muchos años. Ella me conoció a mí cuando era chica y me vió trabajar...
Maku: Cuando yo tenía ocho años.
Chacocacchi: Después yo escuché hablar de ella porque estaba trabajando en una plaza, me decían que había una niña que trabajaba muy bien y luego nos conocíamos trabajando en España cuando yo tenía 38 años.
--Imagino que la calle ha sido el lugar de su formación.
Chacocacchi: Y sí, toda la vida hemos trabajado en la calle. Aquí en Argentina todos los sábados y domingos en las plazas. Estuvimos en Plaza Francia durante 16 años. También en la costa. La gente gusta y vuelven con toda la familia para vernos en las plazas.
--Volviendo al tema de la formación: ¿hay algo de actuación o ha sido estrictamente en el ámbito de la técnica del clown?
Chacocacchi: La actuación está muy lejos de nosotros. Los payasos no tienen actuación.
Maku: El secreto del payaso es olvidarse de todo. El actor dice tengo que dar dos pasos para acá, dos para allá, pero el payaso no. Cada función tiene que ser fresca y única, como si fuera la primera vez. Nunca sabes cómo la gente va a reaccionar. Hay unas generalidades, pero igual te puede sorprender.
Chacocacchi: Yo digo que ser payaso es un poco como jugar ajedrez. Jugas con y contra el público. Tenés tus rutinas, que pueden ser como los caballos en el ajedrez. Los chistes, como los peones, los chistes que vas a tirar en cualquier momento. Según juega el pública, vas a jugar vos. Es muy distinto a un espectáculo con una dramatúrgia teatral.
--¿Dicta usted talleres?
Chacocacchi: Hace años dicto talleres. Tienen una parte teórica y una parte filosófica. Nuestros alumnos son estudiantes de teatro o gente que busca una técnica más, gente que quiere formarse para trabajar en las plazas.
--¿Van cambiando el espectáculo según el público?
Chacocacchi: Y en las plazas hay de todo, personas con dinero, o sin nada en los bolsillos, intelectuales o gente común y desde luego los chistes van cambiando según la gente que hay en el momento.
MAKU: Si trabajas en España o Brasil los chistes tienen que ser otros.
--¿El público reacciona de modo similar en Argentina, España, Brasil o en otros lugares?
Chacocacchi: Lo más importante es ganar la confianza de la gente. Ahora, la situación es diferente en países islámicos, como en Maruecos, por ejemplo. Hemos trabajado en la calle y en festivales en muchos países, Francia, España,Venezuela, Bolivia, Cuba.
--¿Cómo ven la actividad en la calle, va en aumento o en picada?
Chacocacchi: Hay festivales en muchos lugares de España, festivales independientes. A lo mejor la crisis ha afectado el dinero que uno junta con la gorra, pero la actividad sigue igual con mucha fuerza.
MAKU: Hay una fiesta que se realiza en España, Francia e Italia, todo un circuito, que se llama "Las Medievales." Durante diez días o durante el tiempo que dura el evento la gente va vestido como antes, como en la Edad Media, con juglares y todo.
--¿Se puede ganar la vida trabajando en la calle como payasos?
Chacocacchi: Con oficio, sí, por supuesto.
--¿Y con el niño de cuatro años?
MAKU: Viene con nosotros en las giras, ha estado en España, Bolivia, Venezuela, incluso con el niño divertiendo a la gente pasando la gorra.
Contactos:
0 comentarios