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Buenos Aires Jaque Press, en inglés y español

Chile: la alegría de los 'Chicago Boys'

“Business as usual.”  Con la victoria del multimillonario Sebastián Piñera en Chile el sueño socialista y americanista de Salvador Allende ha quedado sofocado por ahora y en su lugar los sonrientes delfines del dictador derechista Augusto Pinochet  y los “Chicago Boys” han tomado las riendas del país para navegar en la dirección de un capitalismo sin tapujos. La composición del gabinete del presidente electo muestra claramente la intención de finalizar el entierro de Allende--muerto en 1973 durante el sangriento asalto al poder de los militares comandados por Pinochet—y dar por terminado el ensayo progresista de los herederos de Allende para imponer el capitalismo “puro” reclamado por el “neoliberalismo.” Un matiz que contrasta la dictadura Chilena de otros regímenes golpistas y derechistas en América Latina durante los años ‘70, aparece en la clara propósito de Pinochet de instalar en Chile un modelo capitalista de desarrollo.

 

El ejemplo Chileno parece indicar un sendero a seguir a quienes quieren implementar un capitalismo fundamentalista: en vez de tener que presionar a políticos amigos, empresarios de gran influencia pueden directamente ocupar los espacios esenciales de poder.…tal vez sin tener que deshacerse totalmente de sus intereses particulares. Es más, su presencia en el poder puede servir para conservar y mejorar sus intereses particulares. Es decir, se trata de imponer un capitalismo a la ultranza, cuya intención sería insertarse plenamente en el corazón mismo del mercado de los “World players.” No es nigún secreto que en los países "desarrollados," en los cuales domina el esquema neo-liberal , los gobiernos y los Estados tienen como meta fundamental la protección y profundización del sistema capitalista. (En E.E.U.U. el Estado brinda apoyo financiero a las empresas en pelígro de quebrar, incluso a entidades cuya especulación financiera haya provocado la crisis.)

 

Sin embargo, en la mayor parte de los países de la región, como también en los Estados Unidos y Europa, la tradición y las leyes establecen que un hombre de negocios debe renunciar a sus intereses  particulares antes de entrar en el gobierno. Habría que ver cómo funciona esta norma en la práctica. Piñera hace rato ya ha mostrado su habilidad para la especulación: demoró la venta de sus acciones en LAN Chile, para cosechar el aumento en las acciones a raíz de los efectos sobre el mercado de su victoria electoral. Si bien ha prometido vender sus intereses en LAN Chile antes de entrar en la Moneda, no queda claro si piensa desprenderse de sus muy elevados intereses en Chilevisión ni en el club de fútbol Colo Colo; probablemente encontrará una manera de pasar sus acciones a personas y/o entidades de su confianza.

 

Es que el capitalismo supone una lucha entre los varios jugadores que aparecen en  el escenario. Y el Estado es uno de los escenarios de lucha. Se trata de un juego de intereses económicos, políticos y de posiciones. Con un gobierno netamente favorable al capitalismo, los negociantes van a ver nuevamente  la posibilidad de generar negocios desde el seno mismo del gobierno--con disfraces de “eficiencia” y “modernización.” Piñera habló durante la campaña de mejorar la situación de los pobres, de generar empleos, pero sin lugar a dudas el enfoque principal será puesto en favorecer políticas pro libre empresa. Es que en este esquema resulta muy fácil confundir las fronteras convencionales entre Gobierno, Estado e intereses particulares.

 

En una declaración ante la prensa el presidente del Partido Socialista, Fulvio Rossi preguntó: "¿Cuál es el problema de que un ministro en una cartera pueda tener acciones en una empresa regulada por ese mismo ministerio?" Y contestó: "El problema es que los intereses de los grupos corporativos nunca van de la mano con los intereses del país."

 

Volviendo a la composición del nuevo gabinete, cabe mencionar que la gran mayoría son empresarios, que también tendrían que vender sus activos antes de entrar en el gobierno; varios ministros son personas egresadas de universidades en E.E.U.U., como la Universidad de Chicago, famoso por los ’Chicago Boys,’ es decir, economistas entrenados en el más estricto neo-liberalismo.

 

Algunos casos: el director de la cadena Falabella y de unos cuántos otros emprendimientos, con importantes inversiones en Perú, Alfredo Moreno Charme, será el próximo canciller. Evidentemente, el eje de la política exterior chileno dejará de lado el Mercosur para acercarse a países con gobiernos de derecha como los de Perú, Panamá y Colombia, muy probablemente apoyando también el gobierno golpista de Honduras. Desde luego, Chile ocupará un lugar de gran importancia en Washington, un lugar de presión hacia vecinos latinoamericanos que actualmente cuestionan las políticas de la Casa Blanca.

 

Igualmente significativo: el nuevo Ministro de Educación es el ulta derechista Joaquín Lavín, Pinochetista de primera hora, autor del libro “La Revolución Silenciosa” (de Pinochet), también de Opus Dei. Pensar que un personaje como Lavín puede dirigir la orientación de la educación en el país…sin lugar a dudas apunta a un futuro conflictivo. Seguramente intentará pasar a manos privadas los colegios públicos, por ejemplo...

 

Otro caso: para la cartera de Salud, Piñera optó por Jaime Mañalich, actual director de la exclusiva Clínica Las Condes. No por casualidad la institución realizó varios de los exámenes médicos del dictador Augusto Pinochet, cuando éste volvió de Londres e intentó demostrarle a la Justicia chilena que no estaba apto para ser juxgado. ¿El principal inversionista en la clínica? Sebastián Piñera.

 

Queda por ver cómo aceptarán los chilenos la instalación de este modelo apolítico, individualista y consumerista; hay que ver con el tiempo cuáles nuevas alternativas sociales, políticas y económicas pueden aparecer en el horizonte de los pedazos del saliente Concertación y de quienes no creen que el capitalismo pueda solucionar los problemas de un país que todavía sufre de gran desigualdad social.

 

Además: ¿Qué impacto tendrá el nuevo enfoque netamente pro capitalista sobre la situación de los pueblos originarios en Chile? ¿Qué repuesta tendrá para la crisis del medio ambiente? ¿Si se plantea privitizar la salud y la educación, cómo asegurar salud y educación para los pobres y marginados? ¿Qué puede suceder en el campo de la cultura? ¿Qué política tendrá con Bolivia y su reclamo de una salida al mar? ¿Qué política tendrá el nuevo gobierno de Chile con respecto a un muy posible rebote de armamentismo en la zona?

1 comentario

PP -

De empresario a canciller:
http://www.generaccion.com/magazine/articulos/?id=998