"Sombras sobre vidrio esmerilado," espectáculo de Irina Alonso sobre el texto de Juan José Saer en el teatro Querida Elena de la Boca
La imagen de Irina Alonso sola en su cuarto, meditativa, la luz apenas iluminando su perfil, el silencio tapando hasta el latir de su corazón, es impactante. Irina es actriz, es directora y es poetisa en “Sombras sobre vidrio esmerilado,” sobre un texto de Juan José Saer. La imagen es la esencia de toda obra artística, y es una herramienta de especial importancia para el teatro. Es la imagen la que entra en las zonas más sensibles del actor y si logra convertir la imagen en experiencia propia, el espectador vivirá la experiencia como algo casi íntima.
Pero hay imágenes de todo tipo: lo que el ojo observe y retiene, lo que el oído escucha y recuerda, lo que los dedos tocan, el gusto del vino…gran parte del trabajo del actor es hacerse dueño o dueña de las imágenes sugeridas en los textos dramáticos. Si bien Alonso tuvo que retocar la idea de Saer para el escenario, su trabajo más notable ha sido justamente con el rico y profundo menú de imágenes propuestas en la obra del autor.
Juega fuerte la imagen en el mismo título de la obra. Sombras. ¿Cuántas emociones evocan? ¿Cuántas memorias? ¿Cuántas experiencias? Aquí además de sombras la poetiza se enfrenta con algo que parece agregar un complemento: ausencia. Sus recuerdos afectivos se mezclan y se conjugan con sombras y ausencias, mientras su mente trabaja el lado poético de la existencia.
Se llama Adelina Flores, es provinciana. Asfixiada por el calor, se sienta en el living de la casa donde vive con su hermana y su cuñado, que se está bañando. Ella observa las sombras que se proyectan en el vidrio esmerilado de la puerta del baño. No lo ve, pero su imaginación incluso lo ve desnudo; mientras tanto ella lucha con un soneto. A lo mejor ella no es de vanguardia, pero está tan sumergida en poesía como el cuñado en agua.
Gracias al don de la imaginación, su vida se parece a un pajarito intentando su primer vuelo, viaje que trae memorias, imágenes, melancolía por lo que el tiempo dejo, por lo que no fue. Adelina, poetiza, podría ser una viuda, una abuela que pasa el tiempo de verano confeccionando una lista de dolores, logros, fracaso, deseos, frases y hechos comenzados pero no terminados, como en la vida misma.
“Sombras sobre vidrio esmerilado” de Juan José Saer
Funciones: sábados 21hs.Querida Elena (sencillas artes) Pi y Margall 1124 - La Boca Dulce -Reservas: 4361.5040 (capacidad limitada ) Localidades $40.
Web: http://queridaelena.blogspot.com
Actriz y Directora: IRINA ALONSO
Asistente: ANDREA COSTANTINI
Diseño de luces: EDUARDO SPÍNDOLA
Asesora visual/ gráfica: DANIELA TORTA
Fotografía: ANDREA KNIGHT
Producción ejecutiva: LETICIA HERNANDO IRINA
IRINA ALONSO
Se formó actoralmente con Raúl Serrano, Ricardo Bartis y Rubén Szuchmacher. Realizó talleres de dramaturgia con Marcelo Bertuccio y de puesta en escena con Rubén Szuchmacher. Está formada en danza (Roxana Grinstein y Guadalupe Cejas) canto (Eugenia Trino) y técnica Roy Hart (Livia Koppman) Participó como actriz en distintas puestas de circuito teatral independiente ("Entretanto las grandes urbes", de Rafael Spregelburd, "Dolorosa lucha de María por evitar que la serpiente se muerda la cola", de Marcelo Bertuccio, "La ropa", de Andrea Garrote; "Play" de Samuel Beckett, "Enseguida anochece") oficial ("Ifigenia en Aulide", de Eurípides, "Lo que pasó cuando Nora dejó a su marido", de Elfirede Jelinek, ambas con dirección de Rubén Szuchmacher y " El Diván" con dirección de Michel Dydim, todas en el Teatro San Martín) y comercial ( “Las troyanas” en el Teatro Coliseo, “Calígula” en el Complejo Teatral La Plaza) Sus últimos trabajos son "Hijos del sol", "Las troyanas" (por su actuación recibió una nominación para el premio Florencio Sánchez ) y "El Siglo de Oro del Peronismo" (Mejor espectáculo off, para ACE 2004) Es docente teatral en el Teatro San Martín, en el Centro Cultural Ricardo Rojas y en sus talleres particulares. JUAN JOSÉ SAER Nació en Serodino (Provincia de Santa Fe) el 28 de junio de 1937. Fue profesor de la Universidad Nacional del Litoral, donde enseñó Historia del Cine y Crítica y Estética Cinematográfica. En 1968 se radicó en París. Su vasta obra narrativa, considerada una de las máximas expresiones de la literatura argentina contemporánea, abarca cuatro libros de cuentos –En la zona (1960), Palo y hueso (1965), Unidad de lugar (1967), La mayor (1976)– y diez novelas: Responso (1964), La vuelta completa (1966), Cicatrices (1969), El limonero real (1974), Nadie nada nunca (1980), El entenado (1983), Glosa (1985), La ocasión (1986, Premio Nadal), Lo imborrable (1992) y La pesquisa (1994). En 1983 publicó Narraciones, antología en dos volúmenes de sus relatos. En 1986 apareció Juan José Saer por Juan José Saer, selección de textos seguida de un estudio de María Teresa Gramuglio, y en 1988, Para una literatura sin atributos, conjunto de artículos y conferencias publicadas en Francia. En 1991 publicó el ensayo El río sin orillas, con gran repercusión en la crítica, y en 1997, El concepto de ficción. Su producción poética está recogida en El arte de narrar (1977), paradójico título que expresa, quizás, el intento constante de Saer por –según sus propias palabras "combinar poesía y narración". Ha sido traducido al francés, inglés, alemán, italiano y portugués.
1 comentario
Mariní Acuña -
estuve allí también y coincido en esa edad diversa, pero no difusa que va mostrando este ser...que interpreta Irina.
gracias por el post me gustó recrear lo vivido el sábado!