El ojo enamorado
Soy y siempre he sido un ojo.
Veo las formas y los ángulos.
Paso el tiempo contemplando,
la transformación de mi aspecto
en mi acuoso espejo propio.
Me despierto como sonámbulo,
revolviendo los verdes rincones
de tus entrañables praderas chorreantes;
giro la vista, la voltea hacia atrás,
hacia adelante, pendularmente.
Te veo perpetuamente con ansias,
deseo desenmascarar tu amor.
Quiero hablarte con poesías terrenales,
quiero abrazarte con verbos activos,
un ojo nada más soy, me limito a ojearte.
Soy y siempre seré un ojo.
Moriré sin conocer tu piel,
Sin disfrutar tu calor,
Sin gritar juntos el placer.
¿Me ves mi amor? ¿Me ves?
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