Se observa con preocupcación un aumento de femicidios en Argentina
¿Cómo entender el alarmante incremento en los femicidios en Argentina? Según el último relevamiento del Observatorio de Femicidios en Argentina de La Casa del Encuentro, se registraron 282 muertes de mujeres y niñas en 2011, como consecuencia de la violencia de género, alrededor de una mujer asesinada cada 31 horas y 8% superior a la trágica cifra del año anterior.
Lo llamativo es que en la mayoría de los casos—prácticamente 6 de cada 10—los imputados fueron el esposo, el novio o ex pareja de la víctima. Además, los asesinos emplearon en general métodos groseramente violentos: Al inicio de 2011 María Laura Córdoba, 20, de Santiago del Estero, fue asesinada a golpes de puño y puntapiés, atada a un árbol y quemada con un hierro caliente. Otras mujeres han sido baleadas, a golpes, martillazos, apuñaladas, incineradas.
No es la calle el lugar más peligroso, según el informe, sino la propia casa. ¿Por qué semejante violencia contra la mujer? ¿Celos? ¿Machismo? ¿Considera el atacante que su mujer es su propiedad? ¿Habrá en esos actos groseros de violencia una raíz de envidia en el hombre por el progreso de la mujer en la sociedad, por su cada vez más importante empeño social, cultural y laboral? ¿Tendrán que ver la explotación comercial de la imagen de la mujer y de su cuerpo en los medios, en la televisión, en el cine, en la radio, en los avisos de la llamada sociedad de consumo?
No sabemos las repuestas a estas preguntas pero pensamos que la sociedad debe considerar a la violencia de género en forma global, como una cuestión política, social, económica y cultural, como una cuestión de derechos humanos. Estudiosos del tema enfatizan que la violencia de género no es exclusiva de un país, de un sector, tampoco de una clase social; además la violencia sexista existe en mayor o menor grado en todos los países del mundo.
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