"La Habitación" de Harold Pinter dirigido por Gonzalo Facundo López en el teatro Delborde
El hombre no responde a su mujer, hojea el diario, toma el té, casi en cámara lenta; de vez en cuando levanta la vista y la observa extrañado, pero no habla. En cambio, ella, Rose, habla de todo y de nada, habla a él sin recibir repuesta, habla a ella misma; con cara de preocupación mira hacia afuera y habla sobre el tiempo frío ahí afuera, compara la calidez de la habitación con la humedad y el frío del sótano. Sus palabras parecen responder a algún malestar, alguna amenaza no visible; ella va y viene, se ocupa de pequeñas acciones, contestando las preguntas sin respuesta que ella misma le hace al esposo, Bert.
Ella es la protagonista de “La habitación,” la primera obra de Harold Pinter, de 1957, una historia que inaugura la visión tan particular del dramaturgo inglés, un mundo en el cual lo mundano se vuelve amenaza. Es un mundo posterior a la segunda guerra mundial: ahí afuera ha comenzado la guerra fría entre Washington y Moscú; el mundo de Pinter son los diálogos y acciones comunes entre los seres humanos, un mundo de amenazas mundanas, actitudes muy bien captadas por el director Gonzalo Facundo López, a través de las miradas, los silencios, los gestos y las insinuaciones de los actores.
Alguien toca la puerta. ¿Quién será? Entra el Sr. Kidd, el dueño de la habitación, un hombre de edad avanzada y de un aspecto entre jovial y perturbador; al igual que la protagonista, mira de cuando en cuando hacia afuera con un gesto que comunica gran procupación. La habilidad de Pinter es imponer una sensación de peligro latente a través de diálogos y acciones comunes que producen una sensación rara en los espectadoes: ¿Deben reír o sentir miedo? El desafío de los actores es buscar en las palabras, en los gestos y en las acciones la certeza de que algo grave puede pasar en cualquier momento. Lo de afuera evoca algo pestilente; lo de abajo parece achicherrante.
Al final del espectáculo aparece, aparentemente del sótano, un hombre que ha estado esperando algo. Tiene un misterioso mensaje para Rose. En una acción relámpago el hombre es abatido y tal vez muerto por Bert mientras Rose declama, “no veo, no veo, no veo.” ¿Ha sido asesinado? ¿Quién es? ¿Cuál es su relación con Rose? ¿Con Bert? Son preguntas que el espectador hace al salir de la sala de ladrillos pelados del teatro DelBorde, en el barrio de San Telmo, Buenos Aires, un lugar de muy buen teatro.
Funciones: viernes 23:30 horas, teatro DelBorde, Chile 630, CABA.
Reservas: 4300 6201.
Autoría Harold Pinter
Traducción: Rafael Spregelburd
Elenco: Camille Belmont, Sergio Ferreiro, Alvario Hernández,
Galo Ontivero, Azul Ratti, Hervé Segata
Vestuario: Matias Hidalgo
Escenografía: Fernando Leiva
Iluminación: Héctor Zanollo
Video: Fermín Acosta
Fotografía: Florencia Diego
Asistente de producción: Victoria Casellas, Lucas Martinetti
Asistencia de dirección: Victoria Casellas, Lucas Martinetti
Producción general: Gonzalo Facundo López
Dirección: Gonzalo Facundo López
2 comentarios
Gonzalo, el director -
Muchas gracias por la nota y por haber venido a la función.
Saludos
Gonzalo
Gonzalo, el director -
Saludos
Gonzalo