Teatro independiente latinoamericano

Teatro independiente latinoamericano. Segundo piso, teatro Timbre 4, (¡no es un tango!) Buenos Aires, lluvia, lluvia torrencial. Asoma primavera en el sur del hemisferio, pero ahora el cielo está tapado por nubes negras, grises, baldazos de agua. En el Timbre 4 rostros intensos, alegres, sudamericanos, aire de libertad. La luz se apaga, vuelve. Se apaga otra vez, vuelve. Habla Claudio (Tolcachir). Allá un grupo de actores chilenos, más acá peruanos, hacia el fondo colombianos, todos jóvenes, todos entusiastas del arte dramático sin patrones.

¿Qué es esto? Independiente. ¿Independiente de qué, de quién? Claudio habla de la alegría de no depender de nadie, no tener que pedir permiso a nadie para trabajar. ¿Será eso? Un grupo de personas se juntan para hablar de teatro, de sus proyectos, de hacer algo juntos, formar una cooperativa, de repente aparece un espacio, un espacio para liberar la voz, el cuerpo, soltar la imaginación, crear…una obra…¿cómo conseguir espectadores si muy pocos conocen el grupo? No es fácil, pero todos trabajan juntos, repartan tareas…Timbre 4 sueña.

Aparte de no tener inversores, sin accionistas, sin agencias publicitarias, trabajar sin capital, sin los medios masivos de comunicación, sin figurar  en Clarín, todo a pulmón, en principio en salas precarias,  pero con energía, con imaginación, sin mandatos, sin tener que seguir recetas ajenas, estudiantes de actuación, actores, artistas, músicos, coreógrafos, directores; de repente aparece el espectáculo, aparece la sala el teatro, o se la construye, aparece el público, los diarios del sistema ya no pueden negar la existencia del grupo independiente de teatro.

¿Y la esencia del teatro independiente? Investigar e investigar, vivir investigando el hecho teatral, intercambiar ideas con los compañeros del grupo, con otros grupos, ensayar, ensayar, proponer, incentivar el vínculo directo con el público, trabajar con respecto, con amor. Muy bien. ¿Y el estilo? ¡Ay! ¡Cuán difícil es hablar de la estética, del estilo! No, no se puede hablar de un estilo de hacer teatro, propio del movimiento; no, cada grupo puede tener su estilo, sí, claro, cada elenco, tendrá su visión propia, pero hablar de un modo identificatorio para todo el movimiento, no, imposible. Cada uno tiene su perspectiva.

Pero, claro, no podemos profundizarnos en la esencia de teatro independiente sin mencionar el exterior, la política, la economía, la pobreza, la crisis de 2001, las manifestaciones populares, las cacerolas invadiendo las calles, el circo de presidentes que suceden a presidentes en Argentina, las marchas a Plaza de Mayo, los muertos, la lucha por salir adelante, el teatro como escolta, como espejo de los procesos sociales en ebullición.

La lluvia pierde fuerza, da lugar a los vientos del sur, siguen deliberando actores, directores, escritores, el Encuentro Latinoamericano de Teatro Independiente persigue su fin: juntarse a hablar, intercambiar ideas, montar espectáculos, ignorar la aceptación o no de los grandes medios de comunicación.