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María Marta Guitart: "Alfonsina...expresa los dramas y alegrías del alma humana"

María Marta Guitart: "Alfonsina...expresa los dramas y alegrías del alma humana"

“Me identifico con Alfonsina  porque ella habla y expresa los dramas y alegrías del alma humana,” dice la actriz y directora del espectáculo “No he dicho,” María Marta Guitart. “Yo la comprendo y me acerco a ella y ella se acerca a mí con su obra, con su corazón abierto. Siempre que comienzo con una propuesta teatral, debe haber algo muy movilizador, mucho más poderoso que la razón, que seguramente me llevaría a abortar cualquier proyecto creativo y quedarme inmóvil; cuando un material toca una parte de mí que me trasciende, puedo comenzar a trabajar.

 --¿Influye esa identificación a la hora de organizar la dramaturgia?

--Si y es sin duda algo positivo; Ariane Mnouchkine dice sabiamente que cuando uno hace un espectáculo siempre está hablando de algo que a uno lo toca, lo conmueve, lo atemoriza; ahora, dice Mnouchkine, el público no debe ver en la obra cuando Ariane está hablando de sus propios dolores…

--¿Cuál es su opinión sobre el rol de Alfonsina en la lucha por los derechos de las mujeres (y los niños) en Argentina?

--Alfonsina Storni ha sido una gran mujer, una gran luchadora, faro para las mujeres que vinimos después; si uno se sumerge en su obra encuentra un ser combativo e inspirador, capaz de nombrar el horror del mundo, la violencia ejercida por el hombre hacia la mujer, la explotación infantil; lo que sucede es que evidentemente su literatura es han honda, que precisamente por eso no ha trascendido desde ese lugar. SI mi espectáculo sirve para dar a conocer la fuerza de su obra e incita a muchos que no la conocen a leerla, hay una gran parte del objetivo cumplido.

 

--Por ejemplo, el poema “Exhortación…”

 Sí. El poema “Exhortación”, que está completo en mi obra, es para mi de una intensidad y una contundencia que nos atraviesa 80 años después, una declaración de principios y derechos, de obligaciones que los políticos deberían escuchar y tomar como una bandera: “…hay que vencer el hambre en los pequeños, que  en la miseria todo esfuerzo falla, los niños todos debe ser risueños, para todos los niños haya techo…

¿Quién es el artista de los cuadros proyectados y qué criterio utilizó usted en seleccionarlos?

 Las pinturas y dibujos son de la artista plástica y creadora Sol Storni, sobrina nieta de Alfonsina; en realidad conocí la obra de Sol, y comenzó a impactarme como sus imágenes tenían un gran punto sensible de contacto con su tía abuela; hay un dibujo que cuando lo vi me emocionó mucho, es el de la mujer pájaro, que enseguida me remitió a Hombre pequeñito; entonces con este signo sentí que la obra de Sol tenía que estar y me contacté con ella, y me pareció un ser hermoso y sensible que enseguida se sumó a la propuesta con alegría; luego los dibujos que se proyectan fui sintiendo que eran esos y que iban en esos momentos.

En la puesta el escenario se encuentra cubierto de hojas secas. ¿Qué representan?

 Cuando leí la antología poética completa de Alfonsina, todo el tiempo sentí un fuerte contacto con la naturaleza, ella habla mucho de las flores, de los bosques, hay algo sensorial que me pasaba que me llevaba a ese lugar; y también al otoño, que para mí es también como una estación del alma; donde uno comprende, se desprende lo viejo, vuela, y uno no sabe nunca con certeza si habrá una nueva primavera…Y en esta última noche de Alfonsina en su cuarto antes de decidir terminar con su vida, ese cuarto interior, que también es el interior de su corazón y de su imaginación, está invadido por este mundo del afuera, donde fue tan feliz y donde padeció también grandes dolores.

Por lo general no es fácil trabajar poesías teatralmente. Sin embargo los versos van y vienen con gran fluidez y dicción clara en su espectáculo. ¿Cómo fue el trabajo con los textos, el criterio de selección, los gestos, los movimientos escénicos?

 En primer lugar, me propusieron que presentar algo sobre Alfonsina Storni, para un ciclo en la Casa Nacional del Bicentenario, así que tomé la propuesta porque Alfonsina era una poeta que me había gustado siempre, pero que no había leído en profundidad; me sumergí en su antología poética completa y fue surgiendo, la verdad no sé bien como lo hice, es como que durante un mes tenía todos los textos en la cabeza y me iba apareciendo poco a poco como irlos hilando, y fui pensando la puesta en escena, el espacio, y yo siempre parto del texto que me va conduciendo por el camino a transitar y siempre la obra va creciendo, nunca nada está terminado y cerrado para mi, hay que ir buscando esos hilos de verdad, esos momentos donde algo trascendente sucede en el escenario y aparece ese otro mundo al que uno no accede en lo cotidiano. Quería que la obra tuviese música y hacía poco tiempo que me había reencontrado con Carolina Ison, que había sido compañera mía en la Escuela Nacional de Arte Dramático, es actriz y música, y cuando le conté la propuesta enseguida se puso a trabajar con tanto amor, sensibilidad y compromiso, que a mí me parece que la música estuvo siempre.

 Pudo comunicar gran emoción en diferentes momentos del espectáculo, hasta provocar lágrimas (suyas y de algunos espectadores). En su opinión esa emocionalidad se debe a la belleza de los textos, la historia triste de Alfonsina, la toma de conciencia del público con respecto a los temas que apasionó a Alfonsina o a su propia entrega como actriz?

 Es muy difícil hablar de lo que uno hace, pero a cierta altura de la vida, uno descubre y reconoce con qué cuenta y con qué no; y yo desde el camino que llevo transitado, he descubierto que con la entrega y mi trabajo en el escenario, soy capaz de llegar a alcanzar esos instantes de verdad escénica capaces de conmover al público, ese es el arte de la actuación para mi, uno no puede nunca estar sobre el escenario con la misma energía o hablar como habla en la vida; la maravilla del verdadero teatro ocurre cuando se cruza esa línea invisible; vuelvo a citar a Ariane Mnouchkine porque la admiro mucho y comulgo con su pensamiento; ella dice que los actores somos grandes invocadores, cuando yo alzo del libro los versos de Alfonsina la estoy invocando, en cada función Alfonsina está conmigo y con todo el público, estoy hablando por su voz, estoy trayéndola a ese instante, eso es maravilloso; y Mnouchkine también dice que lo que nos hace humanos es sentir compasión ante otro ser humano…y yo creo que el espectador siente compasión por Alfonsina y por si mismo, porque los dolores y anhelos humanos, creo yo, son similares a todos.


 ¿Cómo fue su formación en arte teatral y qué tendencia actoral le parece más idóneo para su trabajo?

Yo comencé estudiando teatro en Adrogué a los 17 años y Lugo ingresé a la Escuela Nacional de Arte Dramático, dejé en segundo año y me fui a actuar en los colectivos textos y poemas de Lorca y de otros autores; actuar en los colectivos fue de mucho crecimiento para mi; luego hice seminarios entre otros  con verónica Oddo, Luisa Calcumil, Analía Couceyro y  Julio Chávez, que sin duda me nutrieron muchísimo.

No sigo ninguna tendencia actoral, ninguna técnica la verdad, yo siento que mi lugar en el mundo es el de la actuación y el de la poesía también, porque escribo desde pequeña; en realidad  creo que hago como aquellos actores de antes que se ponían simplemente el sombrero y ya estaban listos para salir a escena; creo que trabajo mucho con la intuición y la búsqueda de esos preciosos instantes de verdad escénica. Creo que el arte tiene mucho de misterio, cada función es un viaje y cada nueva obra un hermoso desafío en el que me vuelvo a repetir, que solo sé que no sé nada…

Contactos: 

mail: nohedicho@hotmail.com 

Web: http://nohedicho.blogspot.com 

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