Marcelo Luna: Hay un proceso de rescate de la cultura de los charrua,
La Paz, Argentina—Es muy posible que el paraíso existe únicamente en la imaginación de los hombres, pero hay recovecos de la tierra que todavía no han sido devastados por las guerras de intervención, el capitalismo salvaje y la globalización al estilo McDonalds. En Argentina una aproximación a ese lugar soñado podrá ser La Paz, un pueblo en la provincia de Entre Ríos. Sin embargo allí también la ilusión aparece manchada por una realidad cada vez más cruda: desmonte, contaminación…
Frente a esos ecos de la “modernidad” crece un proceso de rescate de la cultura y el estilo de vida y defensa de la naturaleza de la región. Sobre eso hablamos con Marcelo Luna, miembro de un pueblo originario conocido como los charruas, cuya influencia antes de la conquista del colonialismo español abarcaba no sólo esta zona sino también partes de los países vecinos (Paraguay y Uruguay).
Luna explicó que la invasión de los grandes sojeros en el monte natural y el uso excesivo de químicos y pesticidas tiene un fuerte impacto en las condiciones sociales.
--¿Podemos hablar un poco sobre este proceso de rescate?
--Es que nosotros tenemos una cosmovisión holistica, de la totalidad y de rescate de la lengua de los charruas, su cultura, historia y costumbres.”
--¿De integración con la naturaleza?
--Ningún elemento del todo puede ser analizado por separado porque el ser humano tiene la misma validez en el entorno natural que las hormigas. Todas las especies tienen los mismos derechos a vivir; no aceptamos que ningún elemento de la naturaleza tenga más importancia que otro: los bosques, el agua, las montañas…todos son partes integrales de la naturaleza.
--Es decir, una visión más cercana a la conservación…
--No entendemos la naturaleza como la ven los blancos, como un recurso que genera lucro. Los pueblos indígenas hacemos uso de la tierra pensando en las generaciones futuras porque consideramos a la tierra como nuestra madre y no podemos explotar a nuestra madre.
--No consideran a la tierra como una mercancía…
--Es que en nuestra provincia hay alrededor de 6 millones de hectáreas. Ahora bien, antiguamente el monte ocupaba aproximadamente la mitad del territorio. Debido al desmonte, la forestación ha ido reduciéndose cada vez más y por otra parte ahora se cultiva la soja y incluso se habla de usarla como fuente para la fabricación de combustibles. ¡Una barbaridad! Además, los sojeros no practican la rotación de las cosechas, cosa que los pueblos indígenas siempre han hecho.
--Como la naturaleza es tan llamativa en esta zona, debe haber muchas leyendas.
--Estamos en un proceso de rescate de la cultura charrua,, pues se ha perdido mucho pero sabemos que la luna figuraba muy fuerte en la creencia de los pueblos de esta zona, el ñandú también, la madre tierra, la yerba…ellos practicaban una medicina preventiva basada en las plantas y elementos de la naturaleza. Debido al genocidio de la conquista y su secuela posterior muchos de estos conocimientos se ha perdido.
--¿Medicina preventiva?
--La gran diferencia entre la medicina de occidente y la de los pueblos originarios es que la nuestra es preventiva, no es una mercancía, es un derecho. Hubo plantas que los charruas, consumían a los 20 años, otras a los 40 años, por ejemplo. A los conquistadores les llamó mucho la atención la dentadura blanca y casi perfecta de los charruas, pues usaban una pasta para limpiar los dientes, hecha de una planta.
--¿Existen textos que narran la historia o las creencias de los charruas?
--No, no existe un texto como la Biblia. Pero ha habido una fuerte tradición oral. Hay que tomar en cuenta que entre los pueblos originarios no hubo separación entre lo que llamamos nosotros actividad artística y los demás aspectos de la existencia. De todos modos hay algunos textos en América, como el Popú-Vú, para mencionar un solo ejemplo. Además en todo el continente existe un proceso muy interesante de rescate y defensa de la cultura indígena.
Contactos: Marcelo Luna: e-mail entrerios2@yahoo.com.ar
1 comentario
gabriela -