¿Es un casino? ¡No! ¿Entonces? El mercado, las finanzas...vaya uno a saber...

               Claro. Uno a veces--perdón--pero uno a veces no encuentra cómo diferenciar un casino del mercado y Wall Street y las bolsas de valores y unas cuantas otras instituciones más de finanzas.

          Si choca semejante afirmación, valdría la pena tomar un poco de aire, tragar un café bien caliente y repasar la siguiente información recogida por el periodista Claudio Ziotnik y publicado en Página 12, Buenos Aires, el 2 de septiembre:

         En medio de la suba y baja de las bolsas alrededor del mundo y especulaciones sobre la salud de la economía norteamericana, un total de 17 entidades financieras en Argentina--incluyendo el HSBC, Citibank, JP Morgan, Chase, Standard Bank, Deutsche y ABN Amro--"pusieron sobre la mesa alrededor de 400 millones de dólares para empujar el tipo de cambio hacia arriba."

         La intención fue hacer subir el peso más allá de 3,20 por U$S 1 y, aprovechando la variación cambiaria, quedar con ganancias millonarias. La movida fue frustrada gracias a la oportuna intervención del Banco Central Argentino, que respondió poniendo sus elevadas reservas en la plaza.

        Afirma Ziotnik: "Desde sus casas matrices partió la orden de que debían desprenderse de bonos de la deuda argentina, sobre todo los nominados en presos, y cubrirse en dólares. O sea, salir a vender urgente pesos y pasarse a moneda dura."

    En efecto, según la investigación, el HSBC tenía al 25 de julio $49,4 millones de dólares. Un mes después, había casi duplicado esa exposición a incrementar sus dólares a $94,4 millones; Standard Bank pasó de $39,4 millones de dólares a $69,1 millones, Deutsche Bank de "12,9 millones a $24 millones.....

       En un casino está claro que quien más dinero pone, más posibilidades tiene de ganar. Pero el hecho de que un grupito de bancos (extranjeros) puede poner en jaque la suerte financiera de un país, y  la de los empleados, trabajadores y profesionales (excluídos del juego) llama poderosamente la atención.      

     Vale la pena también contemplar esta frase de James B. Stewart en Cueva de Bandidos. La gran estafa de Wall Street:"

      "Cuando los delincuentes obtienen ganancias descomunales, recurriendo al cohecho y acumulan en secreto cantidades inconmensurables de acciones, se resquebraja nuestra confianza en la igualdad que sostenta el mercado. Y todos somos víctimas."