Doctrinas de shock y métodos poco democráticos para salvar la democracia...

Ya se sabe: el "pensamiento" único que promociona el poder central tiene una noción muy particular sobre la democracia, la libertad, la cultura, el medio ambiente y el mercado. Emplea métodos que a menudo poco tienen que ver con los valores que dice defender. Por ejemplo, la libertad de mercado. El Estado ha de retirarse del mercado, dice el pensamiento único, dejando que el mercado encuentre las soluciones a los problemas que surgen inevitablemente--salvo que la crisis sea demasiado importante. Por ejemplo, en el caso de las estafas inmobiliarias en los Estados Unidos. Se dice a coro que los países pobres deben implementar políticas de libre mercado y sin embargo los países centrales siguen imponiendo subsidios y otras intervenciones para regular la producción y comercialización de los los productos del campo.

Más grave aún: en la mal llamada guerra contra el terrorismo se emplean métodos como la tortura con la supuesta finalidad de salvar vidas, cuando las leyes de la mayoría de los países y las Naciones Unidas condenan claramente dichas prácticas. En su libro, "La doctrina del Shock," la escritora Naomi Klein menciona el caso de los presos en Guantánamo--que no gozan del derecho de ser juzgados y defendidos por abogados, y soportan fuertes mal tratos. Klein observa que la finalidad del mal trato es "desvertebrar la personalidad de los presos hasta convertirlos en seres sumisos y sin voluntad."

¿No es que la democracia tiene ideales diferentes a los de las dictaduras, de los gobiernos que aplastan al individúo, del "Mundo Bravo y Nuevo," de los enemigos contra los cuales lucha? Durante la década de los años 70 los militares que derrocaron gobiernos civiles en América Latina--a menudo entrenados en la Escuela de las Américas--también decían que su misión era proteger la democracia, el cristianismo y el "estilo de vida" de Occidente. Pero empleaban para sus fines el secuestro, la tortura y el asesinato de militantes de izquierda u otros que pensaban de un modo diferente. 

(A continuar)