Unasur y la creciente lucha geopolítica en sudamérica

La cada vez más aguda lucha geopolítica en sudamérica, expresada mediante el retiro de embajadores entre La Paz y Washington, la creciente violencia en Bolivia en las provincias no indígenas en repuesta a los intentos del Presidente Evo Morales de introducir importantes cambios sociales y legales, los aireados reproches entre Washington, La Paz y Caracas y la sombra de crisis en las finanzas de un mundo cada vez más "globalizado," sin mencionar el condimento de la campaña electoral en los Estados Unidos, ha producido un renovado interés en la Unión de las Naciones Suramericanas (Unasur).

Detrás de la lucha ecabezada por diferentes sectores sociales y políticos en Sudamérica, y la incidencia o no de intereses foráneos en los acontecimientos, el continente parece emerger con un rol más importante en el conflictivo mapa mundial. Los problemas de cada país en la región comienzan a tener consecuencias más allá de las actuales fronteras nacionales. Si bien es difícil saber hasta qué punto la expulsión de los embajadores norteamericanos en La Paz y Caracas obedecen a "conspiraciones" y hasta qué punto obedecen a cortinas de humo, está claro que son acciones que sirven como reflejos de la realidad subyacente.

Hace largos años en el continente se ha hablado del sueño de una unión de los países al sur del río grande y si bien sigue siendo un sueño, la actual situación política, económica y social parece acortar los pasos. En el Tratado de la Unasur, firmadado el 23 de mayo de 2008, los representantes de Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Suriname, Uruguay y Venezuela ratificaban que "tanto la integración como la unión suramericanas se fundan en los principios rectores de: irrestricto respeto a la soberanía, integridad e inviolabilidad territorial de los Estados; autodeterminación de los pueblos; solidaridad; cooperación; paz; democracia; participación ciudadana y pluralismo; derechos humanos universales, indivisibles e interdependientes; reducción de las asimetrías y armonía con la naturaleza para un desarrollo sostenible."

El mapa de los conflictos que han surgido, en parte en respaldo al gobierno boliviano del President Evo Morales luego de la expulsión en La Paz del embajador norteaméricano Philip Goldberg, acusado de conspiración contra el gobierno, y en parte debido a situaciones previas que vienen agudizándose, incluye: la postergación de la acreditación del nuevo embajador de EEUU en Honduras;la no renovación en Ecuador de la base militar norteaméricana de Manta; el anuncio del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, de que podría expulsar también al embajador norteaméricano en ese país; la expulsión en Venezuela del embajador norteaméricano en Caracas; el desagrado público expresado por el presidente de Brasil, Lula Da Silva por la reactivación de la Cuarta Flota de los EEUU en la región; la inclusión del futuro embajador paraguayo ante Washington, Alejandro Hamed Franco, en una supuesta lista negra, complicando su nombramiento...

En otros tiempos de conflicto en la región, tuvo activa participación la Organización de Estados Américanos (OEA), pero como los EEUU ejerece fuerte influencia en su seno, la Unasur aparece como una alternativa diplomática. Además, el conflicto mismo es motivo suficiente como para empujar los miembros de Unasur hacia un funcionamiento más unificado.

Luego de una reunión de urgencia mañana en Santiago, Chile, habrá seguramente un comunicado de respaldo decidido a las instituciones democráticas de Bolivia. Recientemente hubo un pronunciado a favor de Bolivia que lamentó: la prolongación de las acciones de grupos civiles que conducen a pérdidas de vidas humanas, a personas heridas, a destrucción de bienes públicas y privados, al debilitamiento institucional y riesgo para la democracia y que podrían amenazar su unidad e integridad territorial."

Si bien Evo Morales cuenta con el apoyo de cerca del 70% de la población, las zonas ricas y de clase media blanca se enfrentan cada vez más abiertamente al gobierno central de La Paz, con tomas de sedes gubernamentales, aereopuertos, ataques a canales de televisión, destrucción de mercados populares, apaleando a campesinos y en Pando bandas armadas de los "civiles" incluso participaron en un ataque a campesinos con un saldo de alrededor de 15 muertos, según el gobierno central y los medios de comunicación.

Los que se oponen a Morales están molestos porque el gobierno central impuso un recorte promedio del seis por ciento en las transferencias a las prefecturas para poder así pagarle una modesta jubilación a los más pobres; los "civiles" dicen que quieren autonomía pero subyacen en la lucha un fondo de racismo (la mayoría de los bolivianos son de origen indígena), xenofobia, macartismo, y ultra nacionalismo. Politicamente, los "civiles" se identifican con la derecha, desplazada del poder debido a la elección de Morales.

"La decisión oficial de declarar persona no grata al embajador Philip Goldberg," escribe Horacio Verbitsky,en Página 12 el 14 de septiembre. Conocido por sus amplios contactos, Verbitsky agrega que Goldberg antes se desempañaba en Kosovo--donde hubo no sólo una lucha geopolítica sino una guerra. Además, el conflicto con los EEUU en La Paz tiene antecedentes: "desde la exhortación del ex embajador Manuel Rocha al pueblo boliviano en 2002 a no votar por Evo, hasta la expulsión del encargado de seguridad Vincent Cooper, que intentaba reclutar a becarios estadounidenses como espías sobre las actividades de cubanos y venezuelanos en Bolivia."

La situación se volvió difícil además cuando, luego de clausurar la agencia estadounidense de cooperación internacional para el desarrollo (USAID), Evo reclamó en Washington que se ampliaran las preferencias arancelarias para sus productos de exportación al mercado estadounidense, de acuerdo con la Ley de promoción Comercial Andina y Erradicación de la Dropa (Atpdea), que vence a fin de año.

En repuesta a la decisión de declarar al embajador Goldberg persona no grata, el subsecretario de asuntos sudamericanos de Washington, Thomas Shannon, mencionó la posibilidad de congelar cerca de cien millones de dólares en ayuda para el así llamado combate contra los narcóticos y no renovar las preferencias arancelarias para los productos bolivianos...

Llama fuertemente la atención que los dos candidatos a la presidencia de los EEUU, John McCain y Barack Obama, han expresado su total apoyo a la política del gobierno del President George Bush en la región. Después de años de prestar muy poca atención al continente, debido al conflicto en Irak y Afghanistan, todo indica que Sudamérca emerge como una zona de gran interés en la geopolítica de Washington.