Obama a punto de firmar el bye-bye a Guantánamo
El cierre del polémico cárcel en Guantánamo, Cuba, asmona como una de las primeras medidas del nuevo presidente de los Estados Unidos, Barack Hussein Obama; asimismo plantea un proceso legal que podría implicar importantes personajes cercanos al ex-presidente George Bush.
Ayer el presidente ordenó suspender los juicicos contra 21 de los 245 detenidos ("enemigos combatientes" en la jerga de la Administración Bush), todos ellos sin juicio ni acusación ante la justicia civil, según información periodística y grupos defensores de los derechos humanos.
Desde 2002 se estima que pasaron por Guantánamo unos 800 presos, de los cuales al menos cuatro se suicidaron y varios más lo intentaron. Fueron sometidos a abusos y torturas "suaves" según una redefinición hecha por la Administración saliente de Bush. Algunas de esas prácticas que han salido al conocimiento público mundial han incluído deprivación del sueño, exposición a muy elevados ruidos y música, obligación a asumir posturas físicas exigentes durante largo períodos y otros métodos que no dejen señales en el cuerpo.
La Administración Bush argumentaba que la aplicación de los tratos fuertes eran necesarios para salvar la vida de inocentes y prevenir contra otros ataques terroristas, como los del 11 de septiembre contra los Twin Towers en Nuva York. Pero defensores de los derechos humanos planteaban la inconstitucionalidad de la redefinición sobre la tortura, y la detención sin juicio, pues significaría esquivar los derechos garantizados por las Convenciones de Ginebra.
Quienes critican la Administración Bush y el trato a los presos en Guantánamo y en cárceles secretos en diferentes partes del mundo argumentan contra el concepto de emplear métodos al estilo ojo por ojo, diente por diente que violan los conceptos básicos de la democracia y la constitución de los EE.UU.
Además de suspender los juicios, los diarios informan que el Presidente Obama tiene en su escritorio en la Casa Blanca un decreto que pondría en marcha el cierre definitivo de Guantánamo en no más de un año.
Si en efecto el Estado liberara a los detenidos porque las pruebas en su contra hayan sido obtenidas por medios ilegales, se estaría reconociendo de modo explícita que los Estados Unidos haya practicado la tortura, y eso abriría la puerta a la posibilidad de juicios y demandas civiles contra funcionarios de las Fuerzas Armadas, los servicios de inteligencia y algunas personas importantes en el gobierno anterior.
Se sabe por ejemplo que tuvieron responsabilidad directa en la creación de Guantánamo el ex Vice Presidente Dick Cheney y el ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld. Además, podría dar paso a un proceso de demandas contra otros miembros del anterior administración--algo que podría representar un fuerte dolor de cabeza por el actual presidente, que tiene muchos otros urgentes problemas por resolver.
Es muy difícil prever lo que que podría desencadenar un simple decreto que reconoce los abusos practicados, pero salvando distancias y circunstancias podría tener algunas semejanas a los juicios contra los represores de la dictadura argentina.
(La foto que acompaña esta nota circula en la web, sobre una marcha de protesta en Indonesia, una de las tantas en todo el mundo pidiendo el cierre de Guantánamo)
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