Eduardo Ferro, músico y poeta dice que "La música me tiene marcado profundamente y para siempre"
“Escribo con la herramienta privilegiada/de la sangre coagulada/buscando encontrar el sustantivo leal/el sentido inexorable del amor, la melodía singular,” dice el joven cantante, compositor y poeta Eduardo Ferro de San Antonio de Padua en “Inspiración de poeta.” Café por medio, y con su guitara descansando al lado de la mesa Jaquematepress charló con Eduardo recientemente sobre su particular visión del mundo artístico.
--Hablamos.
--¿Sobre?
--Cualquier cosa.
--¿Cualquier cosa?
--El arte, la música, tu familia…
--¡Ja! ¡Ja! Soy de una familia de licenciados, de psicólogos, de maestros, pero en cuanto al arte yo soy la oveja violeta de la familia. No hay ni un abuelo, ni un tatarabuelo que haya tenido una tendencia artística, ni en pintura, ni en fotografía, tampoco en música. Sin embargo, la música me ha marcado profundamente y para siempre. O sea mi cabeza estalló para bien o para mal cuando tenía 13 años y vi un video clip de una banda británica llamada oasis.
--¿Llegó primero la música o la poesía?
--La música siempre ha estado en primer lugar, es fácil, hay dos tipos de música, ya sea blues, la salsa, lo que sea, una es la buena música y la otra es la mal música.
--Y siempre la imagen…
--Es lo más difícil de lograr. Tener una buena melodía que tenga poesía no es fácil. “Te quiero, te extraño” ya se hizo con los Beatles en los años 60, ya está. Ahora el desafío está en decir te quiero, te extraño, hoy me desperté mal, quiero hacer el amor con mi novia, tengo ganas de…y buscando otras palabras e imágenes. Por ejemplo, con el tema de la unión civil de personas del mismo sexo, y la iglesia que se metió en el asunto haciendo política junto a Macri y todos esos neoliberales. Que si la gente quiere saber quienes son, vayan a la feria de la rural y los van a ver a todos desfilando con las vacas, caballos y cerdos. Nombres? Menem, Videla, De Narváez, ustedes saben bien quién es quién, la gente mastica pero no traga vidrio.
--Es decir el tema de la discriminación…
No soy homosexual pero sé que sufren de la discriminación, entonces tomé la guitarra y…se me ocurrió una fase que dice: “si Dios tiene un nombre ¿cual sería?” Y de repente dando vuelta a la frase se podría preguntar: “¿si Dios tiene un pecado, cuál sería?” O después: “si Dios fuera Boliviano, Peruano o Martin Luther King…” John Lennon, muchos personajes más. Las personas que nunca renunciaron a sus ideales. Es lo más importante: no renunciar a los ideales. Conozco mucha gente que eran muy buenos músicos pero bajaron los brazos para hacer otra cosa. Son personas infelices y pasan su infelicidad a sus hijos. Están matando a un hijo. Entonces, el tema es decir te quiero, te extraño, te amo, te odio, pero de otra manera.
--¿Sentís una energía especial cuando una frase musical emerge?
--La música es muy misteriosa. Nunca te va a traicionar, engañar. Pero uno vive la música a través de diferentes momentos. Una vez anduve por una calle y vi una chica encorvada y triste pero muy bonita ella. Una imagen fuerte. ¿Qué estará pensando? reflexioné. Estaba pensando lo que estaba pensando ella. Luego tomé la guitarra y fusioné esa imagen con el sentimiento mío en ese momento. Soy una persona hiperactiva, me gusta hacer muchas cosas…en ese momento la imagen de esa mujer me hizo colapsar y apareció la frase con la cual empieza la canción: “¿Quién puso el peso del mundo en mis hombros?” Después en el estribillo apareció otra imagen, no sé de donde, y escribí “y ahora no volverá, mi amor, mi cabeza va a estallar, no duermo, no escribo, canto ni olvido”
--Entonces, mientras vas componiendo la canción van apareciendo diferentes matices de la imagen inicial…
--Sí, es un proceso muy misterioso. A veces escribo la melodía y enseguida aparece la letra; o a veces pasan meses sin que componga nada; después en una noche o en una mañana escribió cinco canciones. Un músico es un comunicador: tiene que vivirlo todo, la felicidad, la falta de felicidad, estar en pareja, tener muchas novias, estar solo, trabajar como empleado, como empleador, es decir, todo man; tiene que vivir para saber lo que le pasa al kiosquero, al abogado, a todo el mundo. Lo que el músico trata de hacer es emocionar al oyente. Pero yo escribo para mí. Si le gusta alguien más, buenísimo.
Yo siempre fui un rebelde, un músico, poeta con una mirada que dice “yo mato”, pero también quiero ser aceptado y querido por la sociedad, “pero no puedo ser algo que no soy”. Intenté ser políticamente correcto, con esto digo, un trabajo rutinario, estudio de carreras universitarias que nada tenían que ver con el arte, pero me estaba engañando. Pero bueno tomé una decisión y el destino es la gloria o la muerte no hay intermedios, nunca más.
--¿Cómo influye el entorno en su creación artística?
--Un músico es fuerte pero al mismo tiempo muy sensible. Las cosas que veo por la calle me pueden doler. Hay que tener valentía, pero también seguridad. Tenemos miedo, las cosas que suceden en nuestro alrededor nos dan miedo pero también alegría, esperanza, estamos ahí y tenemos un poco de todo.
Alfred…lo que hacemos en vida, tiene eco en la eternidad…
Eduardo terminó la charla diciendo que “en los ojos está todo, el universo, el cosmos, el amor…” A continuación las poesía “Los ojos más tristes:”
“Observé la profundidad,
Sus ojos después del amor
Son el nuevo amanecer,
Un regalo del tiempo más soñado.
Encendió mi agua,
Apagando las más sólidas tristezas
Que no escribían, no soñaban,
Ni olvidaban.
Sus ojos son arena en mis manos,
Espejos de relojes de la impetuosa soledad.
Quiero ser suave
Para esforzarme no con soberbia, con amor
Y sentir algo que nunca sentí,
El renacer del arte del amor.
Sus ojos más tristes
Son el paisaje que dibuja
Un lago en la luz del cielo…”
Contactos:
Libro de poesías, “Lago en el cielo,” info@deloscuatrovientos.com.ar
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silena -