"Zuberia y Vergara," un entretenido espectáculo sobre las fábricas de información
Usted es estudiante de periodismo y su profesor le ha dicho que los medios de comunicación representan un cuatro ramo del poder, después del poder ejecutivo, el poder legislativo y el poder judicial. Pero la idea retumba extrañamente en su cabeza como un pesado concepto teórico; para despejar sus dudas, decide ir a ver el espectáculo “Zubiria y Vergara,” estrenado el jueves pasado en teatro Anfitrión, de Buenos Aires.
Llega temprano, toma un café, discute sobre el tema con un viejo amigo, un escritor que ha venido a ver el espectáculo con la misma duda circulando en su cabeza: ¿será posible que estamos siendo manipulados por la televisión, la radio, los diarios, que los medios dicen lo que debemos pensar, lo que debemos hacer con nuestras vidas, como en alguna novela de Aldous Huxley?
--El asunto es harto simple: ¿Quiénes son los dueños de los medios? ofrece su compañero.
Antes de poder contestar la pregunta, los espectadores se levantan para entrar en la sala. ¿Pero qué es esto? En el fondo del escenario Usted divisa una enorme pantalla, a la derecha una mesa como si fuera un canal de televisión, TN, por ejemplo, y un personaje que parece ser un técnico que va y viene, un poco nervioso.
Ha comenzado “Zubiria y Vergara.” El conductor más alto, que parece ser alguien importante en el canal, dice al otro conductor, un hombre con un pelado simpático y una mirada un poco extrañado: “¿Qué tal? ¿Tus cosas bien, los chicos bien?” Son pedazos de conversación, cotidianidades, antes del comienzo del noticiero.
El espectador tiene la sensación de haber entrado en el canal 6 sin autorización. Los programas—incluso con videos y “reporteros” en el lugar de los hechos—son ficciones irónicas, de un humor rimbombante: problemas en una planta nuclear (¿los simpsons?), una elección ecléctica en Manduralli, el descubrimiento de una máquina que mide la pobreza, la división entre los grupos de izquierda (un sinfín de grupos de nombres esotéricos), el hallazgo de las manos de Perón…
La verdad distorsionada por un espejo roto, medios que interesa más el dinero que la obligación de informar, y los chismes, conflictos, celos, ambiciones y traiciones de los conductores; uno de ellos salta por la ventana. ¿Se mató? No. Vuelve, dice que no soporta más trabajar para el canal, que quiere la libertad…
Más allá de la historia, del planteo oportuno, los actores del elenco trabajan con mucha pasión en la construcción de personajes sumamente dinámicos, estrafalarios y creíbles. El espectáculo no plantea ninguna solución a la dependencia cada vez mayor de los ciudadanos a las groseras manipulaciones de los medios, pero mediante el humor y actuaciones muy acertadas desvela cómo funcionan las fabricas de información.
Funciones: Jueves 21 horas
Teatro Anfitrión: Venezuela 3340 – CABA
Reservas: Tel. 49 31 21 24
Localidades $ 60
Elenco: Pablo Picotto, Federico Simonetti, Ricardo Rodríguez Miró, Daniel Niborski, Germán García.
Asistencia de dirección: Jimena López
Dramaturgia: Walter Velázquez
Música Original: Julián Urman
Escenografía: Ariel Vaccaro
Diseño de luces: Ricardo Sica
Vestuario: Alfiler de Gancho: Soledad Galarce
Videos: José Goldemberg – Martín Coto
Prensa: TEHAGOLAPRENSA
Diseño Gráfico: Martín Acosta – capear!
Fotografías: Laura Raggio
Producción Ejecutiva: Andrea Feiguin
Actores en videos: Carlos Belloso, Jimena López, Nancy Gay, María Cottet, Julián st1:PersonName w:st="on" ProductID="La Bruna">La Bruna, Emilio González Moreira, Pablo Marín, Belén Pedernera, Silvia Barcán, Lucía Barengo y Vinchu Rivera
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