Francisco Glemares:
“Chuang Tzu soñó que era mariposa, y no sabía, al despertar, si era un hombre que había soñado ser una mariposa
o si era una mariposa que soñaba ser un hombre.”
--Chuang Tzu--
Sus brazos señalan círculos en el aire y sus pasos son tan ligeros que parecen flotar en el éter.
¿Están bailando o practicando para una lucha? Difícil saberlo. Se deslizan suavemente y sin apuro como si el tiempo no existiera y sus pies se deslizan sobre el pasto seco del parque en la esquina de Alcorta y Sarmiento, Buenos Aires. Son los alumnos de Tai Chi de la Escuela Internacional “Ma Tsun Kuen,” cuyo nombre ha sido inspirado por un maestro de Tai Chi que llegó a Argentina en 1927.
Habla Francisco Glemares, docente de la escuela:
--La embajada de China en Argentina le pidió al maestro Ma que enseñara Tai Chi aquí y de ese modo poco a poco la gente iba acercándose a las formas.
--¿Usted lo conoció?
--No. Había fallecido a los dos años de mi ingreso a la escuela. Pero se creó una especie de mito alrededor de su persona, pues su historia es un poco complicada. Cuando llegó al país tenía ya más de 60 años y con un nivel super avanzado. No había nadie aquí con un nivel similar. Ahora tampoco.
--¿Qué representa el Tai Chi para usted?
--Para mí es una especie de herramienta que me permite entender muchos aspectos de la vida. Me gusta mucho la práctica marcial pero si tuviera que destacar lo más importante podría decir que su filosofía y la práctica de las formas de Tai Chi me han hecho entender los ciclos…
--¿Los ciclos? ¿Algo así como el Yin y el Yang?
--Sí, eso básicamente. Es que uno puede hablar de la salud, la economía, el trabajo, la pareja, las amistades...
--Y practicando Tai Chi le permite a uno dominar los ciclos?
--Más que acompañar, diría acompañar. Cuando el hombre comienza a ‘dominar’ los ciclos de la naturaleza es cuando se ajena de ella. Entonces, los Chinos proponen acompañar lo que llaman ciclos. Cuando uno tiene buena salud uno es acompañado por los ciclos y todo transcurre casi sin esfuerzo. Es como tirar una moneda para arriba. Tratar de agarrarla mientras está subiendo sería como ir contra los ciclos.
--¿Es un arte marcial defensivo?
--Se puede decir que el Tai Chi está dentro de las artes que se conocen como interiores porque en vez de atacar se trata de acompañar. Uno se acopla a lo que viene, transformándolo en algo que no sea destructivo para uno. En la salud pasa lo mismo. Uno tiene una enfermedad y se la transforma en algo no destructivo para el organismo. Lo mismo pasa en una discusión de pareja. Una pelea puede afectar la salud mental y física. La práctica de Tai Chi apunta a suavizar el conflicto.
--¿De qué modo?
--Bueno, allí tenemos la gran diferencia entre el occidente y oriente. El Tai Chi, como otras artes marciales, no propone un trabajo intelectual, con la cabeza, ir al médico, al psicólogo—algo perfectamente válido—pero lo que tienen las artes marciales es el trabajo con el cuerpo. En oriente es todo uno el cuerpo, tanto lo físico como lo mental. En cambio, en occidente son separados. Practicando Tai Chi uno trabajo con el cuerpo, con la mente y con el espíritu.
--¿Cuáles son los beneficios de una práctica regular de Tai Chi?
--Hay una frase que lo dice: ‘cuerpo sano, mente sana.’ Eso es una gran verdad en oriente. Si el cuerpo es sano, la mente también lo será. El tema entonces es cómo cuidar el cuerpo y hay que comenzar a trabajar los otros cuerpos, la mente, el estado de ánimo, las emociones...un lindo ejercicio.
--Es decir, poner en movimiento la energía, la respiración...
--Cuando uno habla de energía parece ser algo exótico. Obviamente, existe energía tanto en occidente como en oriente—la energía, la física, la biología, la química, la mecánica...Los Chinos tienen un único concepto para todas esas energías. Lo que se trata de hacer es optimizar el uso de esas energías. El nombre que han dado a esa energía es el “Chi,” que circula por todo el cuerpo a través de canales bien descritos sobre dónde pasa esa energía. La idea central es que cuando esa energía se obstruye, cuando se estanca, la salud se resienta. Todo el trabajo físico que hacemos tiende a liberar esas obstrucciones.
--¿Hay ejercicios para mejorar el chi?
--Claro. El chi se puede fortalecer y no solamente desde el movimiento sino también desde la respiración. También a través de la alimentación y la naturaleza. Por otra parte, hay que saber cómo emplear el mínimo de energía necesario para determinada tarea. Es decir, uno debe saber cómo incorporar energía sana y a la vez aprender como regularizarla.
--¿Qué hay que hacer para no perder energía?
--En primer lugar, cuidar la salud emocional y sexual—también existen técnicas para mejorar la vida sexual—y luego no hay que dañar el cuerpo con actividades excesivas, mentales o físicas.
--¿Cómo funciona la escuela?
--Bueno uno comienza como alumno y luego poco a poco, según la capacidad de cada uno y el trabajo que realiza se adquiere los conocimientos. De todos modos, es bueno no dejar nunca de ser alumno. Yo he aprendido mucho con mis alumnos, y aprendo mucho siendo maestro. A lo largo de los años uno observa cómo las personas que están al lado suyo van creciendo. El trabajo no sólo produce felicidad en cómo hacer las formas, sino también están las relaciones humanas, las amistades.
--¿Tiene usted un estilo más occidental o más oriental de enseñar?
--Yo no soy un maestro de Tai Chi. Un maestro es una persona que sabe mucho más que yo. Podemos mencionar el ejemplo de un hombre en occidente que es doctor de física. Sabe mucho de su especialidad, es una persona a seguir. El maestro de Tai Chi es algo así.
--¿Es cierto que se hace la transmisión de conocimientos básicamente a través del cuerpo?
--Bueno, están los dos aspectos pero el Tai Chi es un arte de movimiento, un arte de cómo mover el cuerpo. Después hay muchas enseñanzas filosóficas, estilos de vida...el Tai Chi es como si fuera una danza y el bailarín tiene que bailar bien. El arte de Tai Chi consiste en mover el cuerpo de una determinada manera. Lo que el arte tiene que lograr es que uno mueve el cuerpo de esa manera y no de otra.
--Es decir, hay que aprender cada paso...
--Es así, como en toda actividad artística. Al principio uno aprende los conceptos básicos, cómo tocar el violín, mediante muchos años de práctica, y podrá no llegar nunca a ser un maestro de violín. Uno puede pasar la vida practicando y nunca llegar a ser un maestro, pues los maestros son aquellas personas que tienen condiciones naturales. Pero eso no quita que uno disfruta mucho tocando el violín o practicando el Tai Chi. Cuanto más se dedica, más se aprende.
--¿Planes, proyectos?
--Vamos a organizar una exhibición en diciembre, en donde se va a mostrar las actividades de la escuela. No tiene fecha todavía, pero vamos a colocar la información en nuestra página. Quienes interesa la propuesta están invitados a visitar nuestra página:
Escuela Internacional “Ma Tsun Kuen” de Tai Chi Chuan y Qi Gong
Ravignani 2394, 2ª Tel: 4774-9202
Email: matsunkuentaichichuan@argentina.com
Web: http://www.mataichichuan.8m.com
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