Silvina Pascucci: "En el CEICS se realiza una exploración de las diferentes facetas de la historia argentina."
Dice J.P. Feinmann: “El capitalismo es globalizado por definición.” No es ninguna novedad, pero la información transmitida por la televisión, la radio y la mayor parte de los diarios en Argentina y el mundo presentan la expansión de las empresas multinacionales hasta el último rincón de la tierra como perfectamente normal y como parte de un proceso de avance hacia un añorado “progreso.” A los efectos de conocer otra visión, Jaquemate habló con Silvina Pascucci, de la redacción de “El Aromo” e investigadora en el Centro de Estudios e Investigaciones en Ciencias Sociales (CEICS). --¿Cómo es su trabajo en el Centro de Estudios Sociales? --Bueno, yo soy historiadora. En el CEICS se realiza una exploración de las diferentes facetas de la historia argentina, desde la Revolución de Mayo hasta la actualidad. A su vez el centro se divide en grupos de estudio sobre temas vinculados a lo social, lo político, lo económico y lo cultural. Tenemos una orientación marxista, empleamos el marxismo como método de estudio, el materialismo dialéctico como método científico de comprensión de la realidad, y por supuesto nuestro trabajo intelectual está orientado a conocer la realidad para transformarla. A su vez mantenemos lazos con grupos en la Universidad de Buenos Aires interesados en áreas que nos parece importante desarrollar. En total hay alrededor de 15 grupos trabajando en diferentes proyectos… --¿En todo el país o aquí en Buenos Aires? --Si bien la mayor parte de nuestra actividad se concentra en Buenos Aires, además tenemos contactos con estudiantes, docentes, grupos de investigación y organizaciones políticas en las diferentes regiones del país. Con ellos intercambiamos información, organizamos jornadas, y mantenemos un vínculo intelectual y político, según sea el caso. --¿Se mantiene contactos con el exterior también? --Más que nada a través de actividades, encuentros que de repente se organizan en diferentes lugares, y, por ejemplo, estuvimos participando de Congresos que se desarrollaron en Venezuela, así como también en Europa. --¿Qué opinión tienen ustedes sobre lo que sucede actualmente en América Latina con la aparición en el plano político de un importante número de países que parecen dispuestos a apartarse del liberalismo clásico y de la influencia norteamericana? --Bueno, eso tiene que ver, con la tendencia a la movilización de las masas que esta presente en varios países latinoamericanos, como en Venezuela, Bolivia y Argentina. Está claro que esa movilización y esa tendencia revolucionaria es por ahora canalizada y contenida en proyectos de “capitalismo nacional” como el que plantea Chávez, Evo Morales y Kirchner. No es de su mano como vamos a lograr la superación del capitalismo, pero los intentos reformistas que ellos llevan adelante, cada vez con más signos de agotamiento, no anulan las tendencias revolucionarias que todavía están presentes en las sociedades latinoamericanas. Son estas tendencias las que hay que apoyar e incentivar. --Por ejemplo, bajo el Peronismo en los años 50... --Sí. En el fondo hay algo similar pero sucede que el capitalismo mundial fue mucho más pujante en esa época. Ahora está en crisis. Lo que hacía Perón y lo que hacen los Krischner es emplear las retenciones y aprovechar el contexto mundial favorable por los precios de los productos agropecuarios para conseguir plata para estimular una industria nacional que, librada por si misma no puede ser competitiva a nivel internacional. El problema es que las leyes de la economía terminan siempre por imponerse y las economías menos productivas no resisten. En los 50 ese proceso dio resultado hasta que fue necesario empezar a aplicar políticas que permitieran aumentar la productividad del capitalismo argentino. Eso se logró recién luego del golpe del 76. Hoy en día, este proceso va a durar menos, porque el capitalismo a nivel mundial está en crisis. --¿Y después el tema del poder: cómo conseguirlo y cómo utilizarlo? --El problema es saber con qué programa se lucha por el poder. El poder en sí no es ni bueno ni malo. Importa cómo uno llega, qué programa propone y cómo se propone organizar la sociedad una vez en el poder. Más allá de las políticas de derecha, de izquierda o las posturas progresistas, hay que saber qué proponen hacer una vez en el poder. Como es perfectamente lógico, los grupos conservadores nunca cuestionan el poder de la burguesía, porque ellos forman parte de esa clase social, o al menos comparten sus valores básicos. A menudo aparecen grupos que proponen algunas modificaciones al esquema tradicional. El gobierno actual, si bien trata de presentarse como una alternativa al liberalismo Menemista, ha hecho todo posible para favorecer a la burguesía, incluyendo a los grandes señores del campo, los mismos que ahora están protestando contra las retenciones para la exportación de la soja. --¿Cómo se explica que los pequeños productores aparecen apoyando los grandes? --Lo que sucede es que los “pequeños productores” en realidad son parte de la burguesía agraria, aunque a una escala más pequeña que otros burgueses más grandes. Es decir, son dueños de tierra, explotan a los peones de campo, pagándoles salarios muy bajos, incluso representan un de los sectores en el país que trabajan más en negro. No es que protestan por estar muertos de hambre. Ellos han ido a las rutas a protestar contra las retenciones mientras sus peones siguen trabajando en condiciones extremas. Lo que buscan es más renta para poder seguir creciendo --Está claro. Una pregunta más: Al cuestionar el sistema actual uno necesariamente tiene que hablar del poder. ¿Cómo se puede asegurar que—como ha sucedido muchas veces—la corrupción y la traición terminan modificando los ideales? --Nosotros pensamos que si bien es cierto que siempre ha habido corrupción y traición en las luchas por el poder, lo que tiene que haber es un control con participación obrera y popular sobre los órganos de poder. No estamos de acuerdo con nociones pos-modernas que plantean que la única opción es algún tipo de forma alternativa de vida. No. Los cambios sociales se hacen a partir de la construcción de un poder con control a través de órganos de participación obrera. --¿Cómo pueden hacer los lectores para informarse sobre las actividades del el Centro de Estudios e Investigaciones en Ciencias Sociales? --Además de la revista “El aromo,” tenemos una editorial, hemos publicado una importante cantidad de libros, organizamos charlas, debates, seminarios y otras actividades. Contractos: http://www.razonyrevolucion.org.ar
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