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Francisco J. Nogueira, intendente de La Paz, Entre Ríos

Francisco J. Nogueira, intendente de La Paz, Entre Ríos

¿Cómo es la vida de un intendente municipal en una pequeña ciudad en el interior de Argentina? Nuestra curiosidad nos llevó a conversar con Francisco J. Nogueira, presidente municipal de La Paz, Entre Ríos. Nos recibió con mucha calidez en su hogar, con café y el saludo cariñoso del perro de la familia. Luego entramos sin vueltas directamente en el tema, la rutina de un intentente, sus ideas, los problemas sociales y ambientales, cómo solucionarlos...


--¿Cómo es su rutina diario?


--Bueno, trabajo durante la mañana en la intendencia de La Paz, excepto lunes y jueves. Luego atiendo otras actividades, la vida familiar…


--¿Nació aquí en La Paz?


--En realidad, nací cerca de Feliciano, pero llegué aquí con mi familia a los siete u ocho años de edad, haciendo la primaria y la secundaria aquí. Fui luego a Buenos Aires para estudiar medicina en la Universidad Nacional de Buenos Aires, especializándome en pediatría.

 
--¿Cuándo volvió a La Paz?


--En 1986 para practicar mi profesión. En 1995 fui electo concejal, en 2001 estuve en la intendencia durante unos 10 meses, luego director de PAMI en Entre Ríos, y ahora intendente de La Paz.


--Imagino que los políticos en las pequeñas ciudades tienen otro tipo de relación con la gente común que en los grandes centros urbanos..


--Claro. Uno entra en un bar aquí y enseguida alguien le saluda. Pasa lo mismo si uno camina por el centro o por un barrio. La relación con la gente es mucho más directa, más íntima que en una gran ciudad, como Buenos Aires.


--Hmmm


--Uno entiende mejor por qué hay pobres en un barrio, por ejemplo, uno sabe de primera mano cuáles son las condiciones sociales y económicas, uno reconoce a las personas que no tienen sus necesidades básicas satisfechas. La gente en el centro de la ciudad a menudo se queja, diciendo que los pobres no pagan impuestos. Pero desde la intendencia creo que uno puede tener una visión más global acerca de los problemas sociales que existen en la ciudad.

 

 --Hmm

 

--De todos modos, uno nota claramente la fragmentación social, el individualismo; la sociedad está dividida en sectores que pugnan por sus propios intereses.

 

  --¿Aquí también en La Paz?

 

  --Sí, sí, claro. Se nota el acentuado individualismo. Por ejemplo, hay sectores que reclaman a otros porque dicen que no pagan sus impuestos pero les resulta muy difícil darse cuenta que los que no pagan sus impuestos no tienen dinero suficiente para hacerlo: no es por decisión propia sino el resultado de la exclusión social en la sociedad.

 

   --Por cierto el tema de la exclusión social es un problema en todo el país…

 

   --Ayer tuve una experiencia que me hizo reflexionar sobre el problema. Estuve en Crespo, una ciudad distante unos 140 km de La Paz, poblada por inmigrantes alemanes. Hace poco cumplió 150 años. Al pasar por la ciudad me hice una pregunta: ¿Qué hemos hecho para generar pobreza en La Paz cuando a 140 km en Crespo no hay pobres? Allí hay trabajo, empleo, no hay comedores populares como tenemos aquí. Más allá de las diferencia genéticas entre La Paz y Crespo, habría que pensar en la estructura del poder económico. Allí se invierte y se genera empleo; el poder nuestro en cambio es especulativo, los que tienen dinero compran o alquilan una casa o prestan dinero a quienes no tienen fondos.

 

  --¿A qué conclusión llegó?

 

   --Es que por un lado aquí en La Paz hubo un modelo social basado en la exportación, especialmente de carnes, una estructura que genera muy poco trabajo. Trabajo cotidiano, trabajo fabril no ha habido. Por ese motivo, hay mucho asistencialismo. Hay que cambiar la mentalidad exportadora, el acento en las finanzas, dejar de comprar propiedades para especular y al contrario pensar en cómo construir fábricas. Ya hay generaciones de personas que viven del asistencialismo, hay madres que no han visto a sus madres cocinar, pues han sido creados en comedores populares; hay hijos que no han visto trabajar a sus padres. Se ha perdido la responsabilidad de los padres frente al asistencialismo del Estado. En cambio, allí en Crespo uno no ve gente pidiendo. Si alguien tiene un pedazo de tierra, la siembran.

 

  --Habría que enfocar el problema en la historia del país...

 

  --Por supuesto. Se sigue con el modelo asistencialista en vez de pasar a un modelo verdaderamente productivo. Los datos indican que la zona norte de la provincia de Entre Ríos es donde hay más pobreza. Pero es interesante comparar lo que pasa en La Paz y en Crespo. En Crespo el presupuesto es de $25 millones, pero con menos habitantes, en tanto que en La Paz el presupuesto es alrededor de $16 millones--pero la mitad de la gente no paga sus impuestos. En semejantes condiciones es muy difícil gobernar.

 

  --¿Y el futuro?

 

  --Hay que trabajar fuertemente en varias direcciones. Por un lado en lo fiscal para que las personas que más dinero tengan paguen sus impuestos, aunque se enojen. Por el otro lado, hay que trabajar sobre los aspectos productivos, generando valor agregado, convirtiendo los granos en productos elaborados; también habría que trabajar sobre la posibilidad de generar huertas y cultivos de uso interno.



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